Nombrado Secretario de Estado en noviembre de 2024 por la administración Trump, se le considera un verdadero defensor de los intereses estadounidenses, un verdadero amigo de los aliados del país y un guerrero contra los adversarios de la nación estelar.
Por lo tanto, su intervención se centró en varios puntos diplomáticos importantes, en particular la situación sociopolítica y de seguridad que continúa empeorando en Haití y que al mismo tiempo tiene graves consecuencias para la conducta de las políticas migratorias estadounidenses.
“Estas pandillas son elementos dañinos que operan en Haití, desestabilizando no sólo al país, sino que también amenazan a la República Dominicana. Sin mencionar la presión migratoria que ejercen sobre Estados Unidos, Bahamas y otras regiones”, confió el senador.
El Rubio consideró que, en el fondo, el problema de Haití está más bien vinculado a una mala gestión política, que llevó gradualmente al país a una inestabilidad total al más alto nivel del Estado.
Sostiene que la ausencia de legitimidad y autoridad competente al frente del país son factores que están en la raíz de esta grave crisis política y de seguridad. Para él, la próxima administración Trump no prevé la presencia de una intervención estadounidense. “Creo que comienza con la estabilidad y la seguridad. Necesitamos establecer cierta seguridad básica, y eso no vendrá de la intervención militar estadounidense”, afirmó.
Sin embargo, el próximo Secretario de Estado indicó que, con los esfuerzos de las potencias occidentales, el gobierno estadounidense trabajará para lograr una cierta estabilidad en Haití, implementando así un gobierno de transición legítimo que facilite la realización de las elecciones, de las cuales las más recientes se organizaron en 2016. “Pero llevará mucho tiempo”, añade.
Durante su discurso, Rubio indicó que la administración Trump apoyará la misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití. El objetivo de tal enfoque, afirmó, es fortalecer la seguridad y apoyar a las fuerzas locales, incluidas la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Haití, en la lucha contra el crimen de las pandillas en territorio haitiano.
Según el senador, las pandillas representan una amenaza para el Estado de derecho en Haití, en un contexto donde han crecido en poder y su influencia supera la de las autoridades gubernamentales. Por otro lado, la persistencia de tal situación tendrá graves consecuencias no sólo para Haití sino para toda la región.
En este sentido, elogió el esfuerzo de la institución policial, que ha demostrado su voluntad a pesar de sus limitados recursos para luchar contra los grupos armados que asedian gran parte del territorio.
Sin embargo, el apoyo de los socios extranjeros de Haití a la aplicación de la ley y una mejor cooperación de los países del hemisferio occidental son, entre otras cosas, ciertos elementos que pueden garantizar la estabilidad y la paz en Haití, dijo.