Para el Partido Comunista de España los comicios bolivianos dejan una enseñanza clara, amarga y necesaria, «la división irresponsable y la guerra fratricida entre distintas familias de la izquierda solo conducen al desastre».
«Cuando la izquierda convierte sus diferencias en enfrentamiento interno, el único beneficiado es el enemigo de clase», añaden desde el PCE quienes consideran además que la confrontación en ocasiones «no responde a diferencias estratégicas de fondo sino a disputas personalistas y sectarias».
No se trata solo de la pérdida de un gobierno, expresa en su análisis el PCE, sino que «se ponen en riesgo conquistas sociales que costaron décadas de lucha sacrificio y organización popular». «Se abre la puerta a la restauración conservadora y neoliberal que borra, en muy poco tiempo, lo que al pueblo le costó décadas conquistar», añaden.
Porque «el sectarismo divide y la unidad multiplica», el Partido Comunista de España se reafirma en su posición de que ha de imponerse la responsabilidad histórica, por ello, se han de construir «alianzas amplias frente a la reacción, articular frentes unitarios en torno a los intereses de los pueblos y ser capaces de leer con seriedad el momento histórico».