Durante una reunión interinstitucional sobre las organizaciones de Shanghái y BRICS, Qaribabadi argumentó que la complejidad de operar bajo sanciones unilaterales y mecanismos como el «snapback» obliga tanto al sector privado como al estatal a pensar de manera más creativa, a buscar nuevas soluciones ya aprovechar cada oportunidad disponible.
El diplomático se refirió específicamente al intento occidental de reimponer sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que habían expirado, calificando el hecho como un significativo fracaso diplomático para Estados Unidos y sus aliados.
Subrayó que la gran mayoría de la comunidad internacional, incluyendo potencias como China y Rusia, así como los países del Movimiento de No Alineados, no reconocieron dicha medida. Esta falta de consenso global, según Qaribabadi, “demuestra la debilidad de la posición de los países sancionadores y la fortaleza de la diplomacia iraní”.
Qaribabadi destacó que esta situación de relativo aislamiento occidental ha llevado a Irán a reorientar su política exterior hacia una mayor cooperación con sus vecinos y con bloques estratégicos.
En esta línea, enfatizó la necesidad de prestar más atención a los formatos multilaterales como BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, y de profundizar y expandir las «relaciones estratégicas desarrolladas» que Teherán mantiene con China y Rusia.