En un comunicado publicado el jueves en X, el Departamento de Estado de Estados Unidos describió el patrón histórico y continuo de conducta estadounidense hacia Irán, incluido su apoyo al régimen israelí en su guerra contra la República Islámica en junio y la adopción de medidas hostiles contra ciudadanos y representantes iraníes ante la ONU.
“La agresión militar y la complicidad con un régimen genocida en el asesinato de iraníes, la imposición de sanciones crueles y el abuso del privilegio de albergar a la ONU son de la misma naturaleza, lo que refleja nada más que el flagrante desprecio del régimen estadounidense por los principios morales y humanos, el derecho internacional y la Carta de la ONU”, dijo.
El ministerio agregó una condena directa de la formulación de sus políticas por parte de Washington como preocupación humanitaria.
“El intento del Departamento de Estado de Estados Unidos de ocultar estas violaciones bajo el pretexto hipócrita de ‘preocupación por los iraníes’ es mendaz y barato; las sanciones ilegales contra los iraníes y las restricciones ilegales a sus representantes en la ONU violan directamente los derechos humanos fundamentales y establecen normas diplomáticas”.
La declaración también criticó a Estados Unidos por utilizar su estatus de anfitrión de la ONU como una herramienta política.
“Tal conducta demuestra el uso indebido de la condición de anfitrión de la ONU como instrumento de una política exterior de intimidación destinada a intimidar a los Estados Miembros a través del acoso de sus representantes. El cumplimiento de las obligaciones de acoger a la ONU no es un favor, sino un deber legal vinculante en virtud del Acuerdo de la Sede de 1946”.