Chinappi, en una nota exclusiva para la oficina de IRNA en Londres, señaló: “Desde la devastación de Gaza hasta los ataques contra las instalaciones nucleares de Irán y las repetidas violaciones de la soberanía del Líbano, el último año demostró cómo la política de poder puede desviar a las instituciones que están llamadas a ser guardianas del derecho. Cuando el veto, la presión y las sanciones sustituyen a la rendición de cuentas, la imparcialidad del sistema de las Naciones Unidas y, en consecuencia, la seguridad global se erosiona”.
“EEUU atacó instalaciones en Fordo, Natanz e Isfahán; una acción que de inmediato planteó serios interrogantes no solo sobre la estabilidad regional, sino también sobre la integridad del orden jurídico internacional en su conjunto.
Expertos en derechos humanos de la ONU describieron esos ataques como una violación de la prohibición fundamental del uso de la fuerza agresiva y advirtieron que la normalización de la ‘defensa preventiva’ o ‘anticipatoria’ podría empujar al mundo hacia una etapa catastrófica en la que la fuerza y el poder sustituyan al derecho y a la legalidad”, recordó.