Tras esa inédita ceremonia, atestiguada por un grupo de mujeres yaquis a la distancia, bajo la misma ramada, al cerrar su participación en el acto para verificar los avances en el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui, la virtual mandataria electa reviró el gesto: «Nunca más un México sin sus pueblos indígenas, nunca más un México que niegue sus propias raíces».
Junto al presidente Andrés Manuel López Obrador -quien firmó un decreto para restituir 12 mil 978 hectáreas de tierra a este pueblo originario, con lo que ya suman 45 mil 476-, Sheinbaum aseveró que los planes de justicia para las comunidades indígenas son un resarcimiento histórico y se comprometió a darles continuidad, al igual que a todos los programas sociales.
Garantizó además que trabajará para que la reforma constitucional en materia de pueblos indígenas y afromexicanos -enviada en febrero al Legislativo por el mandatario- sea aprobada. «La vamos a lograr ahora que tenemos mayoría calificada en el Congreso».
En tanto, con un semblante de satisfacción, el tabasqueño volvió a dirigirse con elogios a quien en poco más de dos meses lo relevará en el cargo: honesta, preparada, con experiencia; pero uno en particular hizo que surgiera un sonoro aplauso entre los cientos de asistentes al acto: “No es fifí, desde jovencita ella siempre luchó por los más pobres, por los necesitados, por las causas justas”.
Como parte de la «transición en terreno», la próxima titular del Ejecutivo federal acompañó ayer al mandatario al acto donde se verificó el avance del Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui, que incluye la construcción de un acueducto y un distrito de riego, resarcir tierras que les fueron arrebatadas, comedores escolares, una universidad y hospitales para la región, para lo que se han invertido 16 mil 180 millones de pesos.
Fueron recibidos con los honores tradicionales por los líderes de los ocho pueblos que conforman la etnia. Se les invitó a pasar al lugar exclusivo de las autoridades yaquis, la ramada, donde les confirieron sendos bastones de mando y dialogaron por alrededor de 20 minutos con los representantes.
Desde la comunidad Vícam Pueblo, en una de las zonas más áridas de Sonora, tierra de la antigua cultura yaqui, Sheinbaum asumió el compromiso que implica el ser la nueva portadora del bastón de mando.
«Es histórico y profundamente simbólico para mí, en este momento. En esta transición no hay olvido, hay continuidad de la Cuarta Transformación, hay justicia para los pueblos originarios, justicia para el pueblo yaqui», remarcó.
La morenista afirmó que habrá continuidad para todo lo relacionado con el plan de justicia, no sólo en las demandas y compromisos asumidos, sino también en la forma en que ha trabajado la administración del tabasqueño: consultando y alcanzando acuerdos de forma conjunta.
En el caso de este pueblo, señaló, el plan no sólo es resarcir siglos de injusticias, sino que «cala hondo en la memoria colectiva, en el alma de México, por las atrocidades, destierros, esclavitud, discriminación y ataques que sufrieron sus ancestros, particularmente en el porfiriato; y cala por la resistencia del pueblo yaqui».
Como hizo la víspera ante habitantes del pueblo seri -otro de los pueblos originarios de Sonora-, Sheinbaum insistió que el humanismo mexicano tiene un sentimiento que lo orienta, la justicia social.
Seguirán los programas sociales de esta administración y habrá dos más: para las mujeres de 60 a 64 años y para todos los estudiantes de nivel básico de escuelas públicas. El júbilo fue patente ante ese anunció. «¡Presidenta, presidenta!», «¡Es un honor estar con Claudia hoy!», lanzaban decenas de voces desde el enjambre de sillas instaladas para presenciar el acto.
López Obrador volvió a dar el protagonismo a su próxima sucesora, pero no dejó pasar la oportunidad para reiterar la relevancia histórica para el país que tendrá su liderazgo en la persona de quien será la primera presidenta. La afirmación hizo resurgir los vítores y aplausos.
«Y eso ya es una cosa bellísima, que produce mucha felicidad. Y vamos por eso a estar contentos, pero si le agregan de que se trata de una mujer preparada, yo les puedo decir que de todos los presidentes (en la historia del país) es la más preparada.»
Ofreció regresar antes de que termine su mandato con dos condiciones, que lo acompañe de nuevo Sheinbaum y que se concluyan las obras hídricas, por lo que comprometió a sus funcionarios a dar celeridad a éstas que resolverán la demanda histórica de agua para esta nación indígena.
Así cerró la cuarta gira de trabajo conjunta por el país.