Anclado en el puerto habanero, junto al patrullero Neustrahimiy y el petrolero de alta mar Yelny -también de esa agrupación armada-, el navío estará accesible al público, precisó el Minfar.
La flotilla ancaló la víspera en el puerto habanero y estará hasta el 30 de julio próximo, tiempo en el que sus marinos cumplen un programa de actividades que incluye visitas de cortesía a autoridades de la Marina de Guerra Revolucionaria, y del Gobierno de la capital.
Asimismo, realizarán recorridos por lugares de interés histórico y cultural de La Habana.
El contralmirante Oleg G. Gúrinov, comandante del destacamento naval de Rusia, agradeció, la víspera, a las autoridades cubanas la oportunidad de hacer escala en la isla.
Agradecemos la posibilidad que dan a nuestras tripulaciones para descansar y más teniendo en cuenta que ya hemos realizado una navegación que supera las tres mil millas, declaró Gúrinov a bordo del buque escuela Smólniy.
Esperamos que durante esta parada, los marineros puedan conocer la cultura y acercarse a la gloriosa historia de Cuba, agregó.
Según comentó el contralmirante, las visitas de destacamentos navales rusos a Cuba “se convierten en una noble tradición” y su principal objetivo es “estrechar la colaboración en la esfera naval”.
Ellas son posibles gracias a las relaciones especiales entre Cuba y Rusia. Nuestra colaboración está basada en la amistad, reciprocidad y confianza mutua, y confiamos que continuará en el futuro, acotó.
Nuestro arribo, dijo, se produce cuando Cuba celebra el Día de la Rebeldía Nacional, y nosotros estamos junto al pueblo cubano en la segunda fecha de esos festejos.
Este domingo, cumple aniversario la Marina de Guerra de Rusia, que se celebrará con una parada naval en San Petersburgo, por lo que también es festivo para nosotros apuntó el comandante de la agrupación de buques.
Más de 240 guardiamarinas llegaron en el Smólniy y proceden de los centros de enseñanza de la Marina de Guerra rusa, que realizan cuatro tipos de preparación, sobre todo lo referido al sistema de navegación.
Antes de la maniobra de atraco en la rada capitalina, uno de los navíos disparó 21 salvas de cañón como señal de saludo, lo que fue reciprocado con iguales denotaciones de una batería de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, enclavada en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
Estas visitas de unidades navales de otros países son una práctica histórica del Gobierno revolucionario cubano con naciones con las que mantiene amistad y colaboración, precisó previamente el Minfar en una nota de prensa.
El pasado 12 de junio también atracó en esta capital una agrupación de buques de la Marina de Guerra de Rusia, compuesto por la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el buque petrolero de la flota Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker.