Por Vladimir Predvil

   En este contexto marcado por una violencia creciente, una profunda crisis política y una gestión insuficiente de las cuestiones humanitarias y económicas, los derechos de los haitianos están más amenazados que nunca. Así lo advirtieron defensores de derechos humanos durante una entrevista con el diario Le National.

   Para la coordinadora de la Organización de Ciudadanos por un Nuevo Haití, Camille Occius, si bien es posible seguir hablando de derechos humanos en Haití, es importante recordar que en el contexto actual, estos derechos no están garantizados por las autoridades. “Los derechos humanos deberían ser una prioridad para las autoridades, pero lamentablemente no es así”, afirmó.

   Bajo la presión de los grupos armados, muchos compatriotas se ven obligados a dormir bajo las estrellas y el derecho a la vivienda, así como los derechos socioeconómicos, se violan constantemente. También está en peligro la seguridad de los ciudadanos y ni siquiera el derecho a la vida está garantizado, afirmó.

   «Si seguimos hablando de derechos humanos, es sobre todo para exigir que las autoridades tomen todas las medidas necesarias para garantizar estos derechos fundamentales», añadió Camille Occius. También hizo un llamamiento a la Policía Nacional Haitiana (PNH) y a las fuerzas armadas para que creen sinergia y restablezcan el orden para que los ciudadanos puedan regresar a sus hogares sanos y salvos.

   Asimismo, llamó a la comunidad internacional y a los países que han asumido compromisos con Haití a cumplir sus promesas, instó al Ministerio de Justicia a redoblar sus esfuerzos e invitó a la población a colaborar con la policía para permitir que la PNH lleve a cabo su misión.

  Por su parte, Antonal Mortimé, codirector del colectivo de defensores Plus, dijo que la situación de los derechos humanos en Haití es catastrófica. Los derechos humanos representan el conjunto de medidas tomadas por el Estado para permitir que cada ciudadano viva con dignidad, pero en Haití esos derechos son violados sistemáticamente, afirmó.

   Entre las violaciones más graves, Mortimé citó el derecho a la vida, precisando que Puerto Príncipe registra entre 8 y 14 asesinatos por día desde 2023, una situación que califica de repugnante. También mencionó violaciones del derecho a la protección, la alimentación, la salud y la justicia, recordando que los tribunales siguen sin funcionar.

   “Los derechos están interconectados y en Haití podemos decir que todos nuestros derechos son violados”, afirmó. El derecho a la participación ciudadana en los asuntos públicos y políticos, así como la libertad de expresión, de asociación y a la cultura también están comprometidos, lamentó.

   “Ante esta situación, los ciudadanos están perdiendo la confianza en el Estado, que no está tomando ninguna acción concreta. Es nuestra responsabilidad, como ciudadanos, obligar a las autoridades a asumir su responsabilidad. Debemos defender a Haití a toda costa”, insistió Mortimé.

   Si no se hace nada, el Consejo Presidencial de Transición no tomará ninguna iniciativa, ni siquiera para organizar las elecciones. Es esencial influir en el Estado organizándonos eficazmente. “, concluyó.