Admitir bases militares extranjeras en territorios de países de Nuestra América representa una amenaza para la paz y la estabilidad de toda la región, socavando los acuerdos de convivencia pacífica entre los Estados.
Las bases militares de los Estados Unidos en el mundo y, especialmente en Nuestra América, fungen como poderosas y perversas herramientas para promover la injerencia extranjera, facilitando la expoliación de los recursos naturales, el control de los gobiernos y el manejo de los mercados ilegales en los países que las acogen.
América Latina y el Caribe ha sido proclamada como Zona de Paz y los países de la Alianza apoyan firmemente ese compromiso.
La Alianza Bolivariana ha denunciado reiteradamente el uso simulado de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional como pretexto para abrir los caminos para la interferencia en los asuntos internos de los Estados, avalando en consecuencia la instalación de bases militares en el continente con todos los peligros y riesgos asociados que ello implica.
Los países miembros del ALBA-TCP confían en la sabiduría y la conciencia del hermano pueblo ecuatoriano, hijo de la espada libertaria de Simón Bolívar, para preservar así su soberanía e independencia sagradas, protegiendo la paz y la seguridad de América Latina y el Caribe y fomentando las relaciones de amistad y cooperación entre los países de nuestra región y con el resto del mundo.