Por Víctor Hugo Morales
Solo para tomarlo como ejemplo de que el sueño es posible. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el Presidente mexicano, se despidió y se pone en marcha el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien no deja dudas de su adhesión a las mismas causas. No me parece que vaya a ser traicionado.
La tarea social y económica ejemplar para un país profundamente desigual fue acompañada de una actitud firme de defensa día a día de su gestión, impidiendo que los medios lo destruyeran con mentiras.
Cada mañana, se paró frente a los periodistas para sostener su máxima verdad: «Primero los pobres». Manso y tranquilo, desbarató cada una de las pretensiones agresivas.
Lo hizo con argumentos, con verdad, pero con firmeza. Imaginen ustedes a un presidente argentino que, todos los días, cuando empiezan las mentiras de Clarín, las desbarata.
Casualmente, Axel Kicillof (gobernador de la provincia de Buenos Aires) es el representante argentino más importante en la asunción de Sheinbaum. ¿Mirá si va a ir Milei? Él fue quien pudo terminar con una infamia en pocas horas, cuando el diablo de la calle Tacuari anunció aquello de YPF. A las 9 de la mañana, ya se había terminado la opereta.
Pero lo de AMLO fue diario. Los tuvo a raya. Los desmintió en la cara. Denunciando los propósitos de los periodistas que pensaban que podían decir cualquier cosa. Les marcó con el dedo a quienes representaban: los enemigos del pueblo, la élite obscena.
Anoche, Yamandú Orsi y Carolina Cosse, los candidatos del Frente Amplio en Uruguay, dijeron en sus discursos en el teatro Caras y Caretas que en Uruguay aumentó la desigualdad, y que esa es la lucha.
La justicia social es el hambre más grande de América. Los medios liberales sostienen la desigualdad para asentar privilegios que el Frente Amplio combatió en una etapa de igualación, que produjo tantos beneficios que se extendieron incluso después de la última derrota electoral.
América Latina, gritémoslo, es la única esperanza del mundo para que la vida sea vivible, para que valga la pena estar vivos. En territorio y población, es la región con más izquierda del mundo. Los que vinieron en este siglo a cambiar los dos siglos previos de injusticia existen; son un frente amplio de «AMLOs» que se abrazan a la verdad de sus pueblos.