Agencia ABI Diciembre 22, 2024
La reflexión la hizo en la presentación del libro «Radiografía de una canallada», escrito por el exembajador de Argentina Ariel Basteiro, que versa sobre la entrega de armamento por parte del expresidente Mauricio Macri al gobierno de facto de Jeanine Áñez para reprimir protestas sociales de noviembre de 2019 y la articulación de gobiernos de derecha en apoyo a Áñez.
“Yo creo que el libro (…) nos abre también luces sobre lo que puede ocurrir con la derecha a nivel internacional ahora. La derecha no va a dormir, tiene, obviamente, sus intereses y siempre que haya gobiernos que comulgan y comparten ese interés van a estar aliados en todo tiempo y lugar, y nosotros, desde Bolivia, tenemos que entender ese elemento para enfrentar lo que se nos viene”, advirtió respecto a las elecciones de 2025
De acuerdo con el jefe de Estado, las elecciones generales de agosto de 2025 serán “una contienda electoral entre la derecha y la izquierda”, entre el “imperialismo y la patria” y entre la “venta de nuestros recursos naturales a precio de gallina muerta y la soberanía sobre nuestros recursos naturales”.
“Ese será el gran dilema que vamos a enfrentar y como tú también lo apuntas en el libro (al dirigirse a Basteiro), hay intereses no solamente en el golpe de Estado, que tenían que ver con la mera asunción al poder, detrás siempre hay un interés económico, un recurso natural que le interesa al imperio y a todos quienes están queriendo nuevamente fortalecer a un imperio en decadencia”, aseguró.
En su texto de más de 190 páginas, el exdiplomático argentino da detalles de las municiones empleadas por fuerzas bolivianas para reprimir las protestas sociales de noviembre de 2019, en la zona de Senkata de la ciudad de El Alto, vecina a la ciudad de El Alto, donde más de una decena de personas fallecieron por impactos de bala.
Además, expone las evidencias de cómo la actual ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien ocupó similar cargo en el Gobierno de Macri, autorizó la salida del armamento que fue traído a Bolivia de “contrabando”.
A partir de la investigación, Basteiro aseguró que en el golpe de Estado de 2019 actuó el derechista Grupo de Lima, instancia regional creada en agosto de 2017, con el objetivo de dar seguimiento y acompañar a la oposición venezolana.
De hecho, en diciembre de 2019, Áñez anunció el ingreso de Bolivia al Grupo de Lima, integrado entonces por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, entre otros países.
Como parte de esa labor conjunta de la derecha internacional en aquel golpe de Estado, Arce recordó el rol del embajador de Brasil del gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, quien, junto con otros diplomáticos y jerarcas de la Iglesia Católica, definió lo que sucedería “con la historia de nuestro país”, lo que “no fue gratis”.
“Los golpistas del 2019 le entregaron un contrato totalmente beneficioso a Petrobras, porque antes le vendíamos el gas y no pagábamos el transporte, todo el transporte desde nuestros pozos hasta Brasil lo pagaba el propio Brasil, Petrobras, pero luego de eso, misteriosamente, se firma una adenda al contrato donde Bolivia paga todo el transporte de gas hacia el Brasil hasta la frontera”, refirió respecto a ese contrato desventajoso firmado en el gobierno de Áñez.
Por esos antecedentes, Arce destacó la necesidad de que la izquierda actúe de “manera cooperativa” y señaló que “no puede haber ahora mezquindades entre nuestros países”, porque “tenemos un enemigo común al frente que tenemos que enfrentar” y de no hacerlo seremos “derrotados individualmente”, como lo advirtió Ernesto Che Guevara.
A partir de ello, el presidente insistió sobre la importancia del texto de Basteiro y señaló que brinda “enseñanzas que no debemos olvidar”.
“Está claro que va a haber intereses”, afirmó.