«Nuestro mundo se encuentra hoy en una encrucijada decisiva y peligrosa debido a los riesgos derivados de los desafíos en seguridad, clima y desarrollo, que afectan tanto a nuestros pueblos como a nuestros Estados», afirmó el presidente durante su intervención en la cumbre virtual «llamamiento global para la Cumbre del futuro», en previsión de la Cumbre del Futuro que se celebrará los días 22 y 23 de septiembre de 2024.

   «Estas circunstancias excepcionales resaltan nuevamente la imperiosa necesidad de revalorizar lo que nos une dentro de nuestra organización internacional, a la que apoyamos plenamente, convencidos de que es insustituible e indispensable», subrayó el presidente.

   «La Cumbre del Futuro que estamos preparando no debe ser un evento trivial o efímero. Este encuentro debe ser visto, por el contrario, como una etapa crucial para renovar nuestro compromiso colectivo con los principios y valores consagrados por la Carta de la ONU», añadió, recordando que «estos principios y valores fueron establecidos para preservar nuestra seguridad colectiva, forjar vínculos justos entre nuestros países y defender nuestros intereses comunes».

   Este evento debe considerarse como una «oportunidad renovada para aprovechar las ocasiones perdidas y encontrar soluciones pacíficas a las crisis y conflictos que aquejan a la comunidad internacional», así como una «base sólida para proyectar las perspectivas futuras en un orden internacional equilibrado y justo que garantice seguridad, estabilidad y prosperidad para todos, ponga fin a la marginalización de los países africanos y responda a los llamados de auxilio de los pueblos oprimidos, erradicando el último azote de épocas pasadas: la dominación, ocupación y colonialismo», mantuvo el presidente.

   Así, instó a los líderes de los países del mundo a apoyar esta «noble iniciativa» y a unir esfuerzos para transformar las conclusiones de esta Cumbre en «acciones concretas que preserven los intereses de las generaciones actuales y futuras».