Por Salim Bouzaidi
En más de un nivel, Argelia se moviliza dentro de su profundidad africana, e intenta recuperar su papel de liderazgo en el continente, comenzando con su batalla dentro de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU para defender los derechos e intereses de la región.
Especialmente su derecho a un asiento permanente en el CS, así como las fuertes críticas y exigencias expresadas en pro de revisar los mecanismos de trabajo de la Unión Africana, a adoptar y defender el espíritu africano que logró expulsar al colonialismo de la región del Sahel.
De igual forma, liberar a África de todas las formas de injerencia y colonialismo, centrándose en el fortalecimiento de la soberanía económica y financiera de los ciudadanos de esa zona, con el fin de proteger y consolidar el proyecto de soberanía de sus tierras y sus propiedades.
Argelia abandona la diplomacia de la complacencia…
A finales de diciembre de 2019, en su primer discurso oficial como presidente de la república, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune afirmó que Argelia, considerada uno de los pilares del continente africano y de la cuenca árabe mediterránea, había sido alejada deliberadamente de todos los expedientes de la región.
El mandatario consideró que desde el deterioro de la salud del difunto presidente Abdelaziz Buteflika en 2013, y su ausencia de la escena política, la diplomacia argelina también quedaba relegada, y la influencia en África y en la región se contrajo a niveles que perjudicaron a ambos.
En este contexto se inscribe el proyecto lanzado por el presidente Tebboune desde su llegada al poder, el cual sitúa el restablecimiento de la presencia y la influencia de Argelia en la escena internacional y principalmente en el africano y el árabe, a la cabeza de las prioridades de su política exterior.
Más bien, el presidente Tebboune, en más de una declaración, dio a entender de que se enorgullece de pertenecer política e ideológicamente a la escuela del difunto líder Houari Boumediene, quien convirtió a Argelia en la Meca de los revolucionarios y luchadores africanos por la libertad; Tebboune se comprometió desde sus primeros meses en el cargo, en convertir el continente africano en el escenario más destacado y fuerte de la diplomacia de su país.
Según muchos observadores de los asuntos argelinos, el enfoque y el discurso de la diplomacia de esa nación en los últimos cuatro años ha experimentado un giro radical en lo que respecta a la gestión de las crisis en la región, y la forma en la que la abordó la de Libia fue un indicio de que la neutralidad o ausencia que la caracterizó desde 2013 había llegado a su fin.
Las amenazas del mariscal de campo Khalifa Haftar de atacar la capital libia, Trípoli, a finales de 2021 y principios de 2022 fueron un indicio revelador del profundo cambio de enfoque, fue en ese entonces cuando la presidencia argelina emitió una declaración clara y explícita de que el ataque es una línea roja, y que una acción contra la capital haría que Argelia considerara todas las opciones.
Posteriormente, Argelia adoptó en repetidas ocasiones posturas extremas frente a la injerencia extranjera en los asuntos africanos, y cabe mencionar aquí las fuertes críticas que ha dirigido a los Emiratos Árabes Unidos, por lo que las autoridades argelinas consideraban un papel negativo emiratí en Libia, Sudán e incluso en la región del Sahel africano.
Sobre la base de la franqueza y el rigor, Argelia defiende los intereses de África…
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional argelina, el Dr. Mohamed Amroun, consideró en una declaración a Al Mayadeen.net que la diplomacia argelina bajo la presidencia de Abdelmadjid Tebboune se basa en el principio de la “franqueza y el rigor” en el trato con todas las instituciones regionales e internacionales, y añadió que al examinar el comportamiento diplomático podemos observar que se moviliza en el espacio geopolítico internacional sobre la base de que su profundidad africana, considerándola lo esencial en cualquier postura adoptada o iniciativa.
De ahí podemos comprender el trasfondo de la batalla encabezada por Argelia, con el firme apoyo de Sudáfrica, para contrarrestar los intentos de la entidad sionista de infiltrarse en las instituciones de la Unión Africana; el comienzo fue cuando el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki, aceptó la presencia del embajador sionista en la capital etíope, Addis Abeba, como observador en la cumbre de la Unión Africana de julio de 2021, fue cuando Argelia y Pretoria consiguieron abortar las maniobras de Moussa Faki; la humillante escena de la representante sionista siendo escoltada por agentes de seguridad fuera de la sala de reuniones en julio de 2023 puede ser la culminación de un movimiento insistente de lo que ahora puede llamarse el “frente de firmeza y enfrentamiento” dentro del continente africano.
Argelia y el establecimiento de la tendencia que prioriza la soberanía africana…
En una estadística más que notable e indicativa de la importancia de la profundidad africana en el proyecto argelino que busca adoptar una postura digna de la historia y de su legado, encontramos que el número de visitas realizadas por los ministros de Asuntos Exteriores argelinos durante el periodo del presidente Tebboune supera a las realizadas durante la última década del difunto presidente Abdelaziz Bouteflika, y más importante que las visitas en sí, es el proyecto político que ha intentado desarrollar en sus relaciones con sus hermanos africanos, abrazando y promoviendo la “tendencia que prioriza la soberanía” y enfrentándose a la injerencia de los países coloniales.
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional argelina, Dr. Mohamed Amroun, considera que la diplomacia argelina se basa en la “indivisibilidad del principio de soberanía”, por consiguiente, del mismo modo que su país acogió con satisfacción la expulsión de los antiguos colonizadores de la región del Sahel, no quiere ver nuevas formas de sometimiento de la soberanía y de la toma de decisiones en los estados e instituciones africanas, de ahí surgen las incesantes exigencias para que se active el borrador de febrero de 2023 de la Política y Marco Estratégico Africano, que regula y gobierna las asociaciones de la Unión Africana con países y organizaciones regionales.
El Dr. Amroun consideró que el lenguaje basado en la “transparencia” adoptado por las autoridades argelinas para diseccionar los problemas y las carencias de la acción conjunta del continente, aunque pueda suscitar algunas reservas, es más que necesario en esta etapa sensible y crítica que atraviesan junto a todas las regiones del mundo, ya que es un lenguaje y un discurso que pueden realmente establecer para un papel activo y de liderazgo de Argelia en África.
No es la economía, estúpido… es la asociación y la responsabilidad solidaria
En el momento en que Argelia vuelve a prestar atención a su vecindad africana tras casi una década de ausencia, se da cuenta de que las crisis políticas y de seguridad no son el único reto al que se enfrentan, sino que las económicas irresolubles, la pobreza y el desempleo generalizados y la falta de recursos financieros figuran entre las principales razones del fracaso de todos los intentos de despegue institucional.
En el marco de este contexto, los dirigentes argelinos han considerado la activación de la cooperación económica con los países africanos sobre la base de la asociación y la responsabilidad solidaria, lo cual constituye la base sólida para el éxito del proyecto de recuperación del protagonismo de Argelia en África.
El lanzamiento de la Agencia Argelina de Cooperación Internacional, la cual ha emprendido varios proyectos económicos en el continente africano, marca el inicio de una nueva etapa en las profundidades africanas.
En este contexto, el ministerio argelino de Asuntos Exteriores anunció la semana pasada que están dispuestos a financiar nuevos proyectos económicos en África.
Asimismo, el gobierno argelino también ha mostrado su interés por activar la Zona de Libre Comercio del Mercado Común Africano, y ha tomado la iniciativa de abrir sucursales de bancos públicos argelinos en algunas capitales africanas, y en los últimos cuatro años, varias empresas han logrado instalarse en algunos mercados africanos, especialmente en el campo de la electrónica doméstica y los productos alimentarios; y lo que es más importante, el gobierno anunció la inminente finalización de la Carretera Africana Transahariana, que unirá los puertos argelinos con numerosos mercados africanos, además del gran proyecto de gasoducto que unirá Nigeria con Argelia a través de Níger y cuyo destino es el mercado europeo.
Estos proyectos que Argelia se esfuerza por lanzar en el continente africano son, como subrayan las autoridades, sólo el principio de una visión a mediano y largo plazo que pretende reevaluar y evaluar el papel de esa nación en África, empezando por poner orden en la casa interna de la Unión Africana, liquidar y poner fin a todas las crisis con los hermanos africanos, y construir una verdadera asociación económica basada en un enfoque de la responsabilidad solidaria sobre la base de ganar-ganar.