Por decreto oficial la fecha fue establecida por la Asamblea General de la ONU con el objetivo de reconocer a los trabajadores humanitarios en activo y todos aquellos que han sido asesinados cumpliendo sus funciones.
Se celebró por primera vez en 2009 y se dedica a las personas especializadas en el auxilio humanitario y ayuda a millones de personas en todo el mundo, sin importar quiénes son y dónde se encuentran, por lo que se considera un agasajo mundial para ayudarse unos a otros.
La Asamblea General designó el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria por ser el aniversario del ataque a su cuartel general en Bagdad, Iraq, en el que murieron 22 de sus miembros en 2003.
Todos los años los desastres causan un sufrimiento enorme para millones de personas, en especial los pobres, marginados y vulnerables, de ahí que la asistencia humanitaria se esfuerza por salvar vidas y la rehabilitación a largo plazo a las comunidades golpeadas por esos fenómenos.
Esa significativa labor está presente sin importar el lugar del mundo y sin discriminar debido a la nacionalidad, grupo social, religión, sexo, raza o cualquier otro factor y se basa en un conjunto de principios fundamentales que incluyen humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia.
Por su altruismo se debe respetar a los trabajadores de la asistencia humanitaria y permitirles llegar a los necesitados de ayuda vital, pues son ellos los que están en las zonas de conflicto, en primera línea, pase lo que pase con una única misión: proteger y salvar vidas.
Este año la ONU proclama que todos juntos podemos hacer la diferencia sí desde nuestro país, comunidad o lugar de residencia colaboramos con algún tipo de ayuda, ya sea a través de la donación de alimentos, vestimenta o medicamentos para las personas más necesitadas.
Hoy el mundo concentra la mayor cantidad de conflictos activos desde el final de la Segunda Guerra Mundial con millones de afectados en todo el planeta, cuyas consecuencias han multiplicado las trabas al apoyo humanitario e incluso los ataques a quienes ejercen esta labor.
Según datos del Aid Worker Security Database, en lo que va de año solo en Palestina garantizar la asistencia humanitaria es prácticamente imposible, en tanto han sido asesinados más de 380 trabajadores humanitarios y más de 500 profesionales de la salud.