La ley y mi lei
Buenos Aires (Caras y Caretas): Nunca pensaron los dueños del granero que, junto con el ejército de desocupados y la mano de obra barata, estaban importando la rebelión.
Su soberbia no les dejaba pensar que no se podía prometer a los hambrientos de Europa, a los desheredados de toda herencia, la felicidad, el pedazo de tierra, el trabajo que les permitiera mantener a su familia, para luego someterlos a las peores condiciones de miseria y humillación.
“No tenemos que renunciar a la resistencia cultural, política y espiritual”
De los derechos humanos a los monocultivos de la mente; de la soberanía a la libertad encadenada; del sueño colectivo al triunfo del individualismo. Adolfo Pérez Esquivel habla en esta entrevista conjunta con Pablo Melicchio sobre la importancia de “humanizar y construir”.