Lo hizo durante este lunes en una rueda de prensa que marcó la apertura de la Conferencia Internacional de Tecnología de Energías Renovables (Citer), que se desarrolla en la ciudad de Teresina, capital del estado de Piauí (noreste).
«China tiene un papel destacado especial en relación a las placas de energía solar y la tecnología de las células fotovoltaicas», dijo la ministra.
Santos también aseguró que Brasil «no quiere perder el liderazgo» de ser un país a nivel global capaz de emprender la transición energética hacia una economía verde y de bajo carbono.
La ministra enfatizó que el Gobierno del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha lanzado la agenda de la neo-industrialización de Brasil para lograr la transferencia de tecnología.
«Tenemos cuestiones fundamentales como la contratación pública, la transferencia de tecnología y el contenido local. Lo que queremos es, además de montar los paneles, desarrollar las células fotovoltaicas», dijo.
«Queremos, al igual que el presidente Lula, ampliar estas asociaciones para que podamos superar los retrasos tecnológicos y tener una mayor autonomía y soberanía nacional, dominando tecnologías más complejas», destacó.
La ministra reconoció que Brasil necesita subir peldaños en el ranking de innovación global. «Buscamos no sólo tecnologías de energía renovable, sino todas estas tecnologías, que son las de mayor valor agregado, las más complejas, para que podamos densificar nuestras cadenas productivas», aseguró.
La conferencia que se realiza en Piauí hasta el miércoles debatirá las energías renovables y la capacidad del noreste brasileño para contribuir a la producción de hidrógeno verde.
Por su parte, el gobernador del estado de Piauí, Rafael Fonteles, dijo que las Zonas Económicas Especiales (ZEE) de China son un modelo positivo que Brasil está siguiendo para poder crear espacios de inversión, innovación, exportación y desarrollo industrial como parte de sus incentivos para la inversión en nuevas tecnologías para la creación de energía renovable.
Lo hizo al comentar el potencial de su estado, uno de los líderes en energía eólica de Brasil, y en la neo-industrialización que lleva adelante el Gobierno, al inaugurar la Citer.
El gobernador citó el caso de las Zonas de Procesamiento de Exportación (ZPE) que existen en Brasil, una en Piaú y otra en Ceará, que son áreas especiales de libre comercio con el exterior, que apunta a la instalación de empresas.
«En Brasil tenemos apenas dos ZPE, que disminuyen los costos de instalación industrial en esa zona de exportación. Este modelo tiene que ver exactamente con las zonas económicas especiales de China, un programa que allí lleva varias décadas. Brasil apenas tiene dos, se ha aprobado una tercera que no está en funciones aún, y considero ello un gran incentivo», aseguró el gobernador ante una pregunta de Xinhua.
China es el principal socio de Brasil desde 2009 y un inversor relevante en asuntos energéticos en el país sudamericano.
En ese sentido, el gobernador dijo que la legislación federal provee incentivos para la inversión extranjera en energía eólica y solar, pero resaltó que lo que hace falta actualmente es una normativa que involucre a todo el proceso de creación de hidrógeno verde y que está siendo delineada por el Senado. El gobernador sostuvo que la conferencia Citer busca cooperación con China, Europa y Estado Unidos «para que la industria nacional brasileña y la academia puedan captar las oportunidades» y participar de la creación de la cadena de valor de la producción de energías renovables.