martes 9 de diciembre de 2025
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Chile: La derecha y su obscena obsesión anticomunista

Santiago de Chile (El Ciudadano): El triunfo de Jeannette Jara en las primarias del oficialismo no solo marcó un hito —por ser la primera candidata comunista con opciones reales de llegar a La Moneda—, sino que desató una reacción inmediata de la derecha radical.

   Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) la calificó como «un duro golpe para la democracia», mientras Evelyn Matthei (UDI) insistió en que los comunistas niegan que su modelo sea una dictadura. José Antonio Kast,  la vinculó con «una izquierda radical que ha traído dolor y pobreza».

   Estas declaraciones, como señala Mladen Yopo en su columna en Diario UChile, siguen el libreto de Joseph Goebbels: «No importa si es verdadero o falso, lo importante es que sea creíble».

   La última, es que Kaiser, en el marco del lanzamiento de su candidatura el 12 de julio de 2025, aclamado por la derecha radical pinochetista, señalaba, aumentando el tono de odio y violencia: “Jara es Bachelet con esteroides”.

   Jeannette Jara comentó a fines de junio: «Veo que Kast, Kaiser y Matthei incentivan el odio, incentivan, además, el miedo con fines políticos (…) Y ahora viene el tiempo de las propuestas, no solo de las consignas».

   Carlos Peña ofrece un contrapunto clave, que en democracia, se juzga a los actores por su conducta, y que el PC no ha dado motivos para el reproche. El rector de la UDP en una entrevista con Diario Financiero, comenta: “Mire, lo que pasa es que hoy ha brotado en Chile un anticomunismo totalmente irracional. No digo que sea generalizado, pero existe. ¿En qué sentido irracional? En que se le atribuyen al Partido Comunista designios totalitarios, antidemocráticos.

   El PC ha gobernado varias veces en Chile, con Pedro Aguirre Cerda, con los Frentes Populares, con Allende, con el segundo gobierno de Bachelet, con Boric. Esta idea de que primera vez que el Partido Comunista podría gobernar es una tontería.

    Históricamente, como resalta el académico, el PC chileno ha sido un actor legalista —desde el Frente Popular hasta su apoyo a la vía pacífica al socialismo bajo Allende—, a diferencia de sectores de derecha que avalaron golpes de Estado.

   Lucía Santa Cruz, historiadora referente de la derecha, columnista de El Mercurio y vinculada a Libertad y Desarrollo, en una columna en Nuevo Poder, titulado: “La intelligentsia chilena y el anticomunismo”, insiste en que el PC es una «religión secular» con dogmas incompatibles con la democracia.

   Sin embargo, su argumento choca con la trayectoria concreta del partido: participación en gobiernos plurales (desde Bachelet hasta Boric).

   Hoy, la coalición Chile Vamos (RN, UDI) pierde terreno frente a bloques más radicales: el Partido Republicano de Kast —que defiende a torturadores de la dictadura— y el Nacional Libertario de Kaiser, también ligados a grupos del pinochetismo duro. Su estrategia digital, alimentada por algoritmos que amplifican el odio, buscando asociar a Jara con figuras como Lavrenti Beria, el exjefe represor de Stalin. Pero, como advierte Yopo, «es una proyección psicológica: acusan al PC de lo que ellos mismos han hecho».

   Hoy, a más de veinticinco años después de que Gladys Marín se presentara como candidata simbólica, Jara llega con experiencia de Estado y réditos legislativos (jornada laboral de 40 horas, reforma previsional, entre otros). Su desafío es romper el cerco mediático y demostrar que, como dijo Funk, viene «del Chile real, no de la élite». En un país fragmentado, donde el anticomunismo pierde fuerza frente a demandas sociales urgentes, su campaña podría definir si el miedo sigue siendo la moneda de cambio de la política reaccionaria chilena.

   La pregunta es si este guion, ahora contra Jara, seguirá funcionando. En medio de las campañas de la derecha radical, a la etiqueta de anticomunismo se proyecta la de “octubrista”, como parte de sus propagandas, lejos de debates por ideas y programas. 

    En 2025, Chile decidirá si las campañas del «anticomunismo» son más poderosas o si la democracia se juzga por hechos, ideas y programas, no por propaganda.

Identificador Sitio web Ecos del Sur
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El Ciudadano, fundado el año 2005 en Chile, es un medio de comunicación digital pero de circulación mensual en papel. Se declara como un medio que procura romper el cerco informativo y elevar, desde lo local a lo global, las demandas de la organización social chilena.
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