El bloqueo, que comenzó el 31 de agosto, se originó cuando la plataforma se negó a eliminar perfiles acusados de difundir noticias falsas y contenido antidemocrático.
El magistrado Alexandre de Moraes, encargado del caso, ordenó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) tomar las medidas necesarias para restablecer el servicio de manera «inmediata», aunque subrayó que la permanencia de la plataforma está «condicionada» al «cumplimiento integral» de la ley brasileña y a la «absoluta observancia» de las resoluciones judiciales. Esto incluye la eliminación de cuentas vinculadas a la difusión de desinformación.
Durante semanas, Musk desafió las órdenes de la Corte Suprema, incluso cerrando las oficinas de X en Brasil y prescindiendo de representación legal en el país. Además, criticó duramente al juez De Moraes, a quien calificó de «dictador con toga», y apoyó las demandas del expresidente Jair Bolsonaro para intentar destituir al magistrado. Sin embargo, a finales de septiembre, Musk revirtió su postura, nombró nuevos representantes legales y se comprometió a cumplir las decisiones judiciales, lo que permitió el avance hacia el desbloqueo de la plataforma.
La Fiscalía General de la República se mostró favorable a la medida al considerar que no había «asuntos pendientes» que impidieran el restablecimiento de X. Además, el Ministro de Comunicaciones de Brasil, Juscelino Filho, celebró la decisión como una “victoria para el país” y destacó que la situación demostró que en Brasil las leyes deben ser respetadas “sin importar quién sea”.
En un comunicado, la red social X afirmó estar orgullosa de regresar a Brasil, subrayando que su prioridad era restablecer el acceso a su plataforma para “decenas de millones de brasileños”, mientras que reiteró su compromiso de defender la libertad de expresión”«dentro de los límites de la ley”.