Al intervenir en el espacio audiovisual Desde La Presidencia, conducido por el presidente de la República Miguel Díaz-Canel, Pérez-Oliva detalló que la canasta básica de la isla depende en gran medida de la importación de productos, y este proceso aún sufre los efectos de la recuperación postpandemia de la Covid-19.
Igualmente, la nación caribeña sufre las más de 240 medidas económicas impuestas por Washington, así como la inclusión en la unilateral lista de países patrocinadores de terrorismo.
Aun en esas difíciles condiciones, detalló el viceministro, el país cuenta con la disponibilidad de productos fundamentales como es el arroz hasta el mes de junio, y está contratado el trigo para el pan de los meses de abril, mayo y parte de junio.
También se garantiza la leche para los niños en abril y mayo, y se trabaja para asegurar la distribución en junio; adelantó que el Mincex y las instituciones correspondientes están centradas en que los productos de los próximos meses también lleguen a los consumidores.
Insistió en la necesaria mejora de la coordinación entre los diferentes organismos que participan en el proceso de distribución, así como ser más oportunos en el tema informativo para dar a conocer la situación desde lo general a lo local.
Por su parte, el mandatario cubano denunció que las limitaciones las impone el Gobierno de Estados Unidos, porque el pueblo de la isla mantiene una estrecha relación con el sector agroalimentario estadounidense dispuesto a colaborar, pero las leyes del bloqueo se lo impiden.
Díaz-Canel condenó toda la manipulación mediática sobre los problemas que hoy enfrenta el país, y manifestó que las insuficiencias que se muestran en el espacio Desde la Presidencia no tienen la intención de molestar a la población o crear más malestar, sino brindar toda la información oportuna y con trasparencia sobre los problemas más acuciantes de la sociedad.
¿Cómo influye el bloqueo en la compra y distribución de la canasta básica?
En su intervención, el viceministro primero del Mincex hizo especial énfasis en las implicaciones negativas que tiene el bloqueo económico, comercial y financiero hacia la canasta básica.
Por ejemplo, el año anterior, cinco bancos extranjeros sin aviso previo se negaron a procesar transacciones relacionadas con la compra de alimentos, lo que generó demoras de entre 40 y 105 días para que los productos se embarcaran hacia Cuba.
Aclaró que las compras de alimentos en Estados Unidos se realizan en condiciones desventajosas y de alta inseguridad, porque están sujetas a autorizaciones puntales de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) y esos permisos no resultan certeros y el país siempre necesita tener segundas opciones.
Desde el punto de vista de las operaciones comerciales con la nación norteña, detalló que es imposible aplicar los términos del mercado internacional de mercancías, pues las contrataciones exigen pago por adelantado y los buques que las transportan a los puertos de la isla deben regresar vacíos.
También agregó que la nación caribeña intentó comprar productos en terceros países con empresas subsidiarias de Estados Unidos y se les negó esa posibilidad. Por otro lado, la recolocación de mercados aumenta los precios por fletes y tiempo de trasportación.
Solo en 2023, La Habana tuvo que pagar 19 millones de dólares adicionales por este concepto, lo que representa cuatro meses de distribución de pollo.
Influye igualmente en la distribución de la canasta el alto precios de los productos en el mercado internacional y el no acceso del país a las organizaciones internacionales financieras.
Pormenorizó que recientemente el país tenía en sus puertos 11 buques cargados de alimentos que no habían podido iniciar su proceso de descarga por falta de financiamiento para su pago.
Pérez-Oliva agradeció la solidaridad de gobiernos amigos como Rusia, China, Vietnam, San Vicente y las Granadinas, que colaboraron con entrega de productos en donativos o en condiciones comerciales ventajosas.
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