La firma del acuerdo, que tuvo lugar en Palacio de Gobierno, se enmarca en la agenda de cooperación bilateral, donde la mandataria Dina Boluarte destacó que se abre “un nuevo capítulo en la historia de las relaciones bilaterales que cultivamos hace 53 años”.

“Esta ocasión simboliza nuestros lazos de amistad y cooperación, y refleja el firme compromiso de trabajar juntos hacia un destino compartido de prosperidad y desarrollo”, agregó.

La ampliación del Tratado incluye el Protocolo de Optimización, que busca potenciar las exportaciones de servicios y productos con valor agregado entre ambas naciones.
APEC y sus frutos

Boluarte destacó este protocolo como un “paso trascendental” que permitirá a ambos países fortalecer su relación comercial y hacerla más beneficiosa. La suscripción también reflejó el deseo de incrementar los flujos comerciales y profundizar las relaciones diplomáticas a largo plazo.

El TLC original fue suscrito en 2009, durante el gobierno de Alan García, con el objetivo de facilitar el intercambio de bienes entre los dos países.

En esta ocasión, la ampliación busca ajustarse a las nuevas realidades del comercio global y fomentar áreas estratégicas, como la tecnología y los servicios, que ganaron relevancia en los últimos años.

Un aspecto clave de la ampliación del acuerdo es el proyecto del megapuerto de Chancay, una obra de infraestructura que se desarrolla con capital chino y promete ser un motor vital para el comercio entre América Latina y Asia.

“Este proyecto refleja cómo la inversión china y la cooperación mutua pueden ser motores de desarrollo sostenible y progreso para nuestras naciones”, afirmó Dina Boluarte, resaltando la importancia del terminal portuario como un puente entre dos grandes economías.