Sus nombres todavía no son los definitivos en la papeleta porque está previsto que se definan las alianzas hasta el 30 de agosto.
Además, también cabe la posibilidad de que algunos de los candidatos finalmente declinen sus candidaturas. El listado definitivo se conocerá el 3 de octubre de 2024, cuando se cierra el plazo para las inscripciones.
Sin embargo, tal como se muestra hasta el momento, puede haber una dispersión de los votos por el fraccionamiento de las organizaciones políticas.
La consultora política, Andrea Grijalva, dice que aquello ocurre porque varios candidatos no han mostrado la suficiente madurez política y ponen por delante sus intereses particulares, en lugar del respeto a las estructuras de los movimientos y partidos.
En la papeleta se perfilan unos tres candidatos cercanos al correísmo, que presentó a Luisa González y Diego Borja como candidatos al binomio presidencial en una convención nacional en la que participaron los líderes del movimiento político.
Sin embargo, entre los precandidatos hay otros nombres que anteriormente militaron en la Revolución Ciudadana, por ejemplo, Carlos Rabascall que participará con la Izquierda Democrática (ID), junto con Alejandra Rivas como compañera de fórmula.
Una fracción de la ID mostró su descontento con tal elección, incluso hubo quienes se separaron definitivamente, como el exasambleísta Dalton Bacigalupo, que ahora mantiene cercanía con Construye.
Rabascall fue candidato a la Vicepresidencia con Andrés Arauz, en 2021, por el movimiento correísta. Es decir, hace solo tres años promulgaba la ideología de esa tienda política.
También está José Serrano como fichaje del Centro Democrático. Él fue una figura importante y visible del gabinete de Rafael Correa cuando fue ministro del Interior y luego asambleísta por el extinto Alianza País; sin embargo, Serrano escogió a Lenín Moreno cuando este fue Presidente y rompió con Correa.
A pesar de aquello, en sus publicaciones en redes sociales, el exministro ha mostrado cierto apego a la Revolución Ciudadana y ha coincidido con premisas que impulsa esa organización.
Si bien el correísmo tiene una importante base electoral, Rabascall y Serrano podrían poner en duda a los militantes.
En la izquierda también hay dispersión. Las organizaciones políticas de izquierda presentaron sus propuestas por separado, a pesar de que se cocina una alianza electoral.
En los grupos sindicalistas, con Unidad Popular, está Jorge Escala junto con Pacha Terán; el Partido Socialista Ecuatoriano le apuesta a Pedro Granja a la Presidencia, con Verónica Silva como vicepresidenta.
Y, por parte del movimiento indígena, el candidato a la Presidencia de Pachakutik es Leónidas Iza, con Katiuska Molina a la Vicepresidencia. Ahí también puede fraccionarse el voto de los ciudadanos que tienen una ideología afín a la izquierda o el progresismo.
Del lado de la derecha hay división. Jan Topic, excandidato presidencial del Partido Social Cristiano (PSC), se había retirado de la contienda, hace algunas semanas. Sin embargo, faltando poco para el cierre de las primarias, aceptó competir con Suma. Aunque en el PSC la primera opción era Topic, finalmente escogieron como binomio a Henry Kronfle y Dallyana Passailaigue, actuales asambleístas.
Tal como ahora se configura la papeleta, hay otros dos políticos que iniciaron su carrera en el socialcristianismo y que ahora buscan alcanzar las más altas dignidades del país, pero con otras organizaciones políticas. Cristina Reyes es una de ellos, quien aceptó ser compañera de fórmula de Juan Iván Cueva, por el Movimiento Amigo.
El segundo es Henry Cucalón, quien competirá con Construye, pero que también fue ministro del expresidente Guillermo Lasso, líder del movimiento Creo, cuyo candidato es Francesco Tabacchi.
Del lado de Construye puede haber una división de votos por Andrea González, quien en 2023 fue candidata a la Vicepresidencia, en dupla con Fernando Villavicencio. Ahora, es la opción del Partido Sociedad Patriótica a la Presidencia.
Del lado de Daniel Noboa, al ser un partido político joven, no hay cuadros que puedan fraccionar su respaldo, según explica Grijalva, además dice que será más notoria la migración de los votantes, de una alternativa a otra, conforme avance la campaña.