Las nuevas medidas restrictivas afectan también a la directora del grupo RT, Margarita Simonián, a quien el organismo estadounidense acusó de ser «una figura central en los esfuerzos de influencia maligna del Gobierno ruso», y otros altos ejecutivos del medio.
«Hoy, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro [de EEUU] ha designado a 10 individuos y dos entidades como parte de una respuesta coordinada del Gobierno estadounidense a los esfuerzos de influencia malignos de Moscú dirigidos a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024», reza el comunicado del organismo.
Desde el Departamento del Tesoro indicaron que las restricciones complementan las acciones tomadas por el Departamento de Justicia y «la designación, por parte del Departamento de Estado, del grupo mediático Rossiya Segodnya y cinco de sus subsidiarias, RIA Novosti, RT, TV-Novosti, Ruptly y Sputnik como misiones extranjeras».
Además, estas acciones van en consonancia con «los pasos para imponer restricciones de visado y la publicación de una recompensa […] de hasta 10 millones de dólares en relación con la información relativa a la injerencia extranjera en las elecciones estadounidenses».
El Departamento de Justicia de EEUU ha acusado a dos trabajadores de RT, Konstantín Kaláshnikov y Yelena Afanáseva, de promocionar contenidos de vídeo que sembraron «discordia y división» en el país norteamericano. Según la acusación, estos videos fueron vistos más de 16 millones de veces solo en YouTube.
«Los intentos encubiertos de sembrar la división y engañar a los estadounidenses para que consuman propaganda extranjera sin saberlo constituyen ataques a nuestra democracia», sostuvo el director del FBI, Christopher A. Wray, en un comunicado.
De acuerdo con los fiscales, Kaláshnikov y Afanáseva financiaron y dirigieron una productora con sede en el estado de Tennessee que publicó videos en inglés en varias plataformas con el fin de «amplificar las divisiones internas en los Estados Unidos».
«Seguiremos haciendo todo lo posible para exponer la mano oculta de adversarios extranjeros como Rusia y desbaratar sus esfuerzos por entrometerse en nuestra sociedad libre y abierta», prometió Wray.
La respuesta de RT
Antes de que las acusaciones fueran anunciadas formalmente y cuando solo habían aparecido en forma de reportes en un artículo de CNN, desde RT ya habían formulado una respuesta.
«Estimada CNN», comunicó la oficina de prensa de RT. «Sin duda tenemos una respuesta. En realidad, tenemos varias, pero no pudimos decidirnos por una (incluso pensamos en realizar una encuesta en la oficina), así que aquí están:
-¡Ja!
-¡Jajajaja!
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
-2016 ha llamado y quiere que vuelvan sus clichés
-Tres cosas son seguras en la vida: la muerte, los impuestos y la interferencia de RT en las elecciones estadounidenses
-Tenemos que ganarnos nuestro sueldo en el Kremlin de alguna manera
- En algún lugar, la Secretaria Clinton está triste porque no es por su culpa».
Al respecto, el fiscal general Merrick B. Garland dijo que la respuesta probablemente suene más divertida en ruso, y que para Estados Unidos la cuestión no es motivo de risas.
Censurado en Occidente
Los nuevos ataques dirigidos contra el grupo RT se producen en medio de la censura que sufre la cadena por parte de Occidente. El 2 de marzo de 2022, las emisiones de RT fueron prohibidas en el territorio de la Unión Europea, y actualmente están bloqueadas en los televisores y en el espacio en línea de países como Estados Unidos y Canadá.
En este contexto, Tara Reade, empleada de RT y exayudante del presidente estadounidense, Joe Biden, tachó las recientes acusaciones de ridículas. «¿Cómo puede RT interferir en las elecciones si está prohibido en todo Occidente?», preguntó Reade.
Por su parte, la Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York anunció que presenta acusaciones contra Kaláshnikov y Afanáseva por infringir la Ley de Registro de Agentes Extranjeros estadounidense y conspirar «para cometer lavado de dinero».
«El Departamento de Justicia ha acusado a dos empleados de RT, un medio de comunicación ruso controlado por el Estado, [por participar] en un esquema de 10 millones de dólares para crear y distribuir contenido a la audiencia estadounidense con mensajes encubiertos del Gobierno ruso», declaró el fiscal general, Merrick Garland.