La iniciativa, que ya fue planteada en 2022 sin éxito, cuenta con el respaldo de formaciones como el PP, PNV, Juntos, Podemos, EH Bildu, ERC y el BNG. Sin embargo, el PSOE ha adelantado que no votará a favor, aunque no ha decidido si se abstendrá o votará en contra.

La diputada de Sumar, Tesh Sidi, ha defendido la propuesta relatando su experiencia personal y las dificultades que enfrentan los saharauis para obtener la nacionalidad española, pese a haber vivido bajo administración española. “Yo llegué a España en 2002 y tardé 20 años en obtener la nacionalidad”, ha explicado.

También ha mostrado documentos oficiales de su padre, censado en la entonces provincia española del Sáhara Occidental, para evidenciar la relación histórica entre ambas comunidades.

El texto de la ley recuerda que, durante la época colonial, los saharauis contaban con DNI español, podían acceder a la Función Pública y al Ejército y tenían representación en las Cortes franquistas. Para acreditar el derecho a la nacionalidad, la propuesta contempla múltiples vías de justificación, desde documentos de identidad antiguos hasta certificados de inscripción en el censo del referéndum del Sáhara Occidental.

El PSOE ha justificado su negativa argumentando que no comparte el procedimiento de concesión de la nacionalidad por carta de naturaleza, aunque está abierto a reducir los plazos de residencia para los saharauis. “No compartimos el procedimiento jurídico-técnico de la propuesta”, ha afirmado el diputado socialista Sergio Gutiérrez.

Desde el PP, el diputado Carmelo Barrio ha mostrado su apoyo a la iniciativa, defendiendo la necesidad de saldar una deuda histórica con los saharauis. “Es oportuno que este debate se repita para recordar esta lamentable actitud y esperemos que esta vez la ley salga adelante”, ha señalado.

En 2015, el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó un procedimiento similar para conceder la nacionalidad española a los sefardíes descendientes de los expulsados en 1492. Sumar argumenta que los saharauis deberían recibir un trato equivalente, ya que sus lazos con España siguen siendo estrechos más de cuatro décadas después de la retirada española del territorio.

El futuro de la iniciativa dependerá del apoyo parlamentario en las próximas votaciones. Mientras tanto, la población saharaui sigue esperando una solución a su situación legal, marcada por los efectos del abandono español y la ocupación marroquí del Sáhara Occidental.