De acuerdo con el documento, “la competencia estratégica, la inestabilidad generalizada y los choques recurrentes” motivan el aumento de las capacidades militares de la alianza.
Según el texto, las políticas de países como Irán, China y Rusia “siguen suponiendo un desafío a nuestros intereses, seguridad y valores”.
En este contexto, se subraya que la OTAN seguirá reforzando su “diálogo político y cooperación práctica con los Balcanes Occidentales para apoyar las reformas, la paz y la seguridad regionales, y contrarrestar la influencia maligna […] que suponen tanto actores estatales como no estatales”.
“Seguimos estando comprometidos con el compromiso constante de la OTAN en los Balcanes Occidentales, incluso a través de la KFOR dirigida por la OTAN”, agrega el comunicado.
Además, según el documento, la OTAN está interesada en reforzar sus actividades en la región del mar Negro, “prestando especial atención a las amenazas para la seguridad [de la alianza] y a las posibles oportunidades de estrechar la cooperación con socios de la región”.
“La OTAN apoya las aspiraciones euroatlánticas de los países interesados de esta región”, afirma.
La declaración conjunta también incluye un párrafo sobre las regiones meridionales, señalando que “los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad” allí “afectan directamente” a la seguridad del bloque militar y de sus aliados.
Afirmando que “pretende fomentar una mayor seguridad y estabilidad en Oriente Medio y África”, la alianza anunció que ya inició “una reflexión exhaustiva sobre las amenazas, los retos y las oportunidades en el Sur”.
“Hoy hemos adoptado un plan de acción para un enfoque más sólido, estratégico y orientado a los resultados en relación con nuestra vecindad meridional, que se actualizará periódicamente”, apunta el texto.
Entre los objetivos de la alianza también figura la ampliación de la cooperación con las autoridades de Australia, Japón, Nueva Zelanda y la República de Corea, destacando que el Indo-Pacífico es “importante para la OTAN, dado que los acontecimientos en esa región afectan directamente a la seguridad euroatlántica”.
Capacidades nucleares
Los países de la OTAN se han comprometido a acelerar aún más la modernización de su defensa colectiva, incluyendo la renovación de sus capacidades nucleares y reforzar su capacidad de planificación nuclear “adaptándose según sea necesario”.
“La OTAN mantiene su compromiso de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la credibilidad, eficacia, seguridad y protección de la misión de disuasión nuclear de la Alianza, incluso modernizando sus capacidades nucleares”, se indica en el comunicado emitido por los jefes de Estado y de Gobierno en la reunión de este martes del Consejo del Atlántico Norte.
Los líderes del bloque militar aseguraron que, aunque la defensa antimisiles puede complementar el papel de las armas nucleares en la disuasión, no puede sustituirlas, por lo que “mientras existan armas nucleares, la OTAN seguirá siendo una alianza nuclear”.
Tras enumerar sus planes de modernización nuclear, la Alianza Atlántica condenó la “irresponsable retórica nuclear de Rusia” y su señalización nuclear “coercitiva”.
Según los líderes del bloque, Rusia ha aumentado su dependencia de los sistemas de armamento nuclear y ha seguido diversificando sus fuerzas nucleares, lo cual supone “una amenaza creciente para la Alianza”.
Promesas a Ucrania
En este contexto, la OTAN reafirmó su calificación de Rusia como “la amenaza más significativa y directa para la seguridad”, y se comprometió a llevar a cabo un paquete de medidas para asignar más ayuda a Ucrania.
La alianza ha decidido crear la Unidad de Asistencia y Adiestramiento en Seguridad de la OTAN para Ucrania (NSATU) con el fin de coordinar el suministro de equipo militar y adiestramiento a las tropas de Kiev.
La NSATU, que operará en los países aliados, “apoyará la autodefensa de Ucrania de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas”, sin convertir a la OTAN en parte del conflicto, indicaron.
De igual forma, se anunció un Compromiso de Ayuda a la Seguridad a Largo Plazo para Ucrania para el suministro de equipamiento militar, asistencia y adiestramiento para apoyar a Ucrania.
Bajo este compromiso, los aliados occidentales proporcionarán una financiación básica mínima de 40 000 millones de euros (43 330 millones de dólares) durante el próximo año.
Asimismo, otro punto aprobado fue la iniciativa del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de nombrar un alto representante de la alianza en Ucrania. Un punto crucial de las discusiones fue el supuesto papel jugado por los aliados de Rusia en el conflicto ucraniano, donde la alianza instó a todos los países a no prestar ningún tipo de ayuda a Moscú.