En conferencia de prensa tras reunirse con el secretario de Estado del norteño país, Marco Rubio, mensajero del político republicano, de visita oficial, Mulino dijo que esos grupos de expertos esclarecerán inquietudes sobre la supuesta presencia china en la ruta fluvial.
A pregunta de Prensa Latina sobre cuándo se tendrían esos resultados, afirmó que es un proceso que apenas comienza y estará en manos de la cancillería y de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), con cuyos representantes Rubio sostendrá conversaciones en la jornada, luego de un recorrido por las esclusas de Miraflores, en esta capital.
Según explicó, corresponde a la ACP, por la autonomía de la que disponen por mandato constitucional, y no a su Gobierno, aclarar todas las dudas que el Gobierno de Trump tenga sobre la gestión de la vía acuática.
El dignatario subrayó además que no se cuestiona la soberanía panameña sobre el Canal, tras una reunión que catalogó como “respetuosa y cordial” y que más bien abrió un camino para la construcción de una nueva etapa en la relación bilateral.
Acerca de las preocupaciones desde Washington sobre los puertos de Balboa y Cristóbal, en los océanos Pacífico y Atlántico, operados por la empresa multinacional Hutchison, con sede en Hong Kong, dijo que por primera vez desde 1997 se iniciaron auditorías a ambas entidades y que no se puede pronunciar hasta sacar las conclusiones legales y actuar en concordancia.
El jefe de Estado agregó que habló por casi una hora en privado con Rubio y que el tema más relevante y mayor preocupación es la presencia de la nación asiática y el control de los puertos en las riberas de la ruta fluvial.
También comentó que la visita de Rubio favorecerá el clima de inversión estadounidense en la nación centroamericana e invitó a las empresas de ese país a incrementar su presencia en el istmo.
En ese sentido, instó a llenar el vacío de contar con un embajador norteamericano, figura clave para los nuevos emprendimientos.
De otra parte, el dignatario se refirió al tema de la migración irregular y adelantó que el memorando de entendimiento firmado en julio pasado con Estados Unidos para la deportación de personas se amplió y ahora dispondrán de la pista en la localidad de Metetí, en la selva de Darién (la llamada base Nicanor), la que se construyó con el objetivo de atender situaciones de desastre.
Interpelado sobre si esta nueva opción para deportar a los migrantes de Venezuela, Colombia y Ecuador, entre otras nacionalidades, de conjunto con Estados Unidos, atraería la presencia de bases militares, aseveró que se descarta esa opción.
Mulino resaltó como ejercicio de buena fe los resultados de la cita con Rubio y agregó que no espera que la visita del diplomático derive en nuevas amenazas. “El Canal es operado por nuestro país y así lo seguirá siendo”, aclaró.
Acerca del intercambio, se conoció que el Departamento de Estado comentó que Rubio exigió a Mulino cambios inmediatos para contrarrestar la supuesta influencia china en el Canal de Panamá y la creciente presencia en la vía de empresas del gigante asiático.
La agenda de Rubio este domingo y lunes, para luego continuar su primera gira por la región hacia El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Dominicana, incluyó un encuentro con connacionales en la embajada, la visita a una empresa de gas en la caribeña Colón y el recorrido por la esclusa de Miraflores.
Para mañana lunes se espera que Rubio supervise un vuelo de deportación de ilegales colombianos y luego parta a San Salvador.
Mientras el funcionario se reunía con autoridades, en las calles organizaciones sindicales y otros gremios rechazaban la visita del diplomático con la celebración de huelgas, vigilias y marchas hacia la Presidencia, que tuvieron los primeros encontronazos con unidades antimotines.