El activista se encontraba desde hacía tiempo batallando contra una enfermedad que lo mantenía internado. La noticia de su deceso fue dada a conocer por su familia.
Almada fue víctima de tortura de parte del régimen paraguayo de Stroessner y pasó 15 años de su vida buscando documentos para probar que fue sometido a crímenes de lesa humanidad durante su cautiverio.
Encontró los documentos en una estación de policía en ruinas en la ciudad de Lambaré (suroeste de Asunción) orientado por una colaboración anónima.
Una habitación grande en un primer piso alojaba 700.000 folios con archivos que databan de 1927 a 1989 y que incluían documentación detallada del Plan Cóndor.
Su trabajo le valió el reconocimiento de Premio Nobel Alternativo de la Paz en 2002. El 22 de diciembre de 2022 se cumplieron 30 años del descubrimiento de los archivos del Plan Cóndor en Paraguay, probando la existencia de una coordinación latinoamericana de regímenes terroristas.