En la noche del sábado pasado fue atacado el Consulado General de Venezuela en Lisboa con bombas incendiarias.
El Gabinete del Ministro de Estado y de Asuntos Exteriores de Portugal emitió un comunicado en el cual aseveró: “El Gobierno portugués condena enérgicamente el ataque al consulado de Venezuela en Lisboa. Ordenó un refuerzo inmediato de la seguridad y una investigación policial adecuada. Es un acto intolerable”.
Asimismo, el Gabinete de Portugal subraya que la inviolabilidad de las misiones diplomáticas debe respetarse en todos los casos.
El otro episodio de vandalismo ocurrió en la madrugada del domingo en la sede del consulado de Venezuela en la ciudad de Rúa Vásquez Moreno, Vigo, Pontevedra, Galicia.
El cónsul general en Vigo, Martín Pacheco formuló la denuncia a las autoridades contra grupos fascistas financiados por la ultraderecha como los responsables de los ataques.
Aseveró: “No podrán amedrentarnos, pues creemos y practicamos la paz, el diálogo, el entendimiento y defenderemos de manera muy firme la libertad”.
De acuerdo con la información de la sede diplomática, no se reportaron daños a personas, pero sí algunas afectaciones materiales en las instalaciones, además de haber pintado letreros ofensivos contra la nación venezolana y el presidente constitucional, Nicolás Maduro.
El canciller de la República, Yván Gil, por su parte, recalcó que las agresiones irracionales de los grupos desquiciados no podrán revertir los avances de la Revolución Bolivariana.
Estas agresiones se produjeron tras la juramentación ante la Asamblea Nacional (AN), ocurrida el 10 de enero, de Nicolás Maduro como Presidente de la República para el periodo constitucional 2025-2031.