En diálogo con el programa “Macondo” de Caras y Caretas, el periodista catalán Lautaro Bernat, uno de los tripulantes, explicó que la acción no se reduce a una misión de asistencia, sino que constituye un desafío político a escala internacional. Desde Menorca, donde uno de los barcos realizó una parada técnica, Bernat señaló que el principal objetivo es “romper simbólicamente el cerco económico, militar y marítimo que se ejerce sobre la Franja de Gaza y sobre toda Palestina”.
El periodista aclaró que, aunque la flotilla transporta insumos médicos y ayuda humanitaria, el trasfondo va más allá del aspecto material. “No se trata tanto de la cantidad de recursos que llevamos, que nunca serán suficientes para una población en crisis, sino de demostrar que la ciudadanía organizada puede hacer lo que los gobiernos no hacen y que deberían estar haciendo en cumplimiento con la Carta de las Naciones Unidas, asistir a un pueblo que está siendo masacrado”, afirmó.
«Un genocidio televisado en tiempo real»
Para Bernat, la acción expone la inacción deliberada de los Estados europeos frente a la situación palestina. “Es un desafío político a los propios gobiernos que se niegan a tomar decisiones económicas, políticas y diplomáticas. Hemos visto sanciones aplicadas contra otros países en distintas circunstancias, ¿por qué no se adoptan medidas similares en este caso, cuando el genocidio está siendo televisado en tiempo real?”, cuestionó.
El contexto es aún más tenso luego de que Israel anunciara que considerará “terroristas” a los integrantes de la flotilla. Pese a estas amenazas, la coalición internacional mantiene su decisión de continuar navegando con destino a Gaza. Sus integrantes aseguran que la iniciativa es independiente, sin vínculos con partidos políticos ni gobiernos, y que su única lealtad es con la justicia y la defensa de la vida humana.