Por Jorge Luna*
Ese proceso que duró 55 meses contribuyó no solo a mejorar la vida de los 100 mil ciudadanos granadienses, sino que también aportó, con su ejemplo y sus programas, beneficios a otros países del Caribe y más allá.
MAURICE BISHOP
Desde joven, el líder de la revolución fue atraído por la historia, la sociología y la política, pero -como muchos de su generación- terminó estudiando leyes en Gran Bretaña, donde además dijo haber palpado directamente rasgos de discriminación racial y el negativo trato que la metrópoli daba a sus colonias.
Hizo una lectura crítica de la historia de su país y reivindicó al esclavo rebelde Julien Fedón -que los historiadores británicos describían como un criminal- como Héroe Nacional de Granada.
También se nutrió de los diversos esfuerzos nacionalistas del Caribe anglófono, el panafricanismo, la obra de Franz Fanón, la revolución argelina, la Revolución cubana y, especialmente del movimiento de poder negro de Estados Unidos.
Junto a otros jóvenes. organizó grupos políticos frente al régimen de Eric Gairy, pasando por varios formatos, hasta construir el Movimiento de la Nueva Joya, de rápido crecimiento, que ensayó todas las formas legales de lucha.
EL 13 DE MARZO
El régimen represivo y corrupto de Gairy había incrementado el abuso de poder, al perpetrar numerosos crímenes contra sus opositores, particularmente contra los dirigentes del Movimiento de la Nueva Joya.
La historia recoge especialmente el 18 de noviembre de 1973 como “Domingo Sangriento”, una brutal paliza de esos jóvenes que dejó a Maurice Bishop hospitalizado. En 1974 fue asesinado Rupert Bishop, su padre, durante una protesta popular, crimen conocido como “Lunes Sangriento”.
Aparte de los atropellos de la pandilla de Gairy, conocida como “Los Mangosta”, el dictador estableció relaciones estrechas con regímenes represivos de entonces como los de Chile, Argentina y Brasil, a los que solicitó armas, municiones, entrenamiento militar y policial, y apoyo financiero.
Frente a los reiterados fraudes electorales y la represión gubernamental, el joven Movimiento de la Nueva Joya optó por asaltar, aprovechando un viaje de Gairy a Estados Unidos, el cuartel de True Blue, sede del ejército, el 13 de marzo de 1979.
Mediante la llamada “Operación Manzana”, con un mínimo de bajas, ocupó las armas, apresó a los soldados y llamó al pueblo a consolidar la victoria. Miles de granadienses salieron a respaldar la “Revo”, como la llamaron sus seguidores.
Su impacto fue enorme en el Caribe y el júbilo se expandió a la diáspora caribeña en Canadá, Estados Unidos y Europa, mientras la diminuta isla de Granada ocupaba portadas y pantallas de los medios internacionales.
EL ENTORNO
La segunda revolución de América, tras la cubana de 1959 y, poco antes de la liberación sandinista de Nicaragua (1979), irrumpió en una región donde no había -como ahora- tantos países independientes, ni estos tenían relaciones diplomáticas fuera la mancomunidad británica.
Hoy, en parte gracias a la revolución de Granada, todos los países de la Comunidad Caribeña (Caricom) tienen activos nexos internacionales. Varias luchas anticoloniales durante la década de los 70, con renovado espíritu de soberanía y rebeldía, provocaron efervescencia política en la región. En 1972, por ejemplo, Guyana, Jamaica, Barbados y Trinidad-Tobago (los “cuatro grandes” del Caribe anglófono), establecieron de manera conjunta relaciones con Cuba, un hecho de gran trascendencia.
Se abrió así un camino de amistad, solidaridad y colaboración, que a lo largo de varias décadas se ha fortalecido dentro y fuera de Caricom, a pesar de las tensiones creadas por las diversas administraciones estadounidenses, que reforzaron su presencia política y militar en el Caribe.
GRANADA AMENAZADA
Desde el primer día, la naciente revolución tuvo que tomar medidas urgentes de defensa ante amenazas de grupos mercenarios que Gairy organizaba en Estados Unidos, así como de sabotajes económicos y atentados terroristas provenientes del exterior.
Estados Unidos realizó públicamente los ejercicios militares “Ámbar y las Ambarinas” en la isla puertorriqueña de Vieques en 1981, considerado un ensayo de la invasión “Furia Urgente” de Granada, perpetrada en octubre de 1983.
Simultáneamente, el país debió buscar reconocimiento diplomático internacional y, rápido, el nuevo gobierno amplió sus vínculos al participar activamente en las Naciones Unidas y en el Movimiento de Países No Alineados, llevando el mensaje de Granada a escenarios nunca antes alcanzados.
LA OBRA
Internamente, la revolución ejecutó un amplio programa de reformas económicas, políticas, sociales y culturales de largo aliento, con énfasis en la salud, la educación, la agricultura, la pesca y la vivienda, sectores abandonados por el régimen depuesto. Varios de esos programas tienen eco en la actual Granada.
La revolución convocó a los granadienses a participar en consejos comunitarios, donde se ampliaron los derechos democráticos, laborales, sindicales, de los jubilados, de las mujeres y de los jóvenes.
Granada alcanzó uno de los mayores índices de crecimiento económico entre los países del Caribe Oriental.
Su obra mayor, sin embargo -un viejo sueño de varias generaciones de granadienses- fue construir un nuevo aeropuerto capaz de atraer el turismo y el comercio en gran escala, luego bautizado con toda justicia Aeropuerto Internacional Maurice Bishop.
Bishop describió ese esfuerzo como “el proyecto de mayor trascendencia para el futuro desarrollo de Granada y el más importante emprendido por gobierno alguno en la historia de la nación”. Lo comparaba, incluso, con lo que para Estados Unidos significó la expansión hacia el océano Pacífico de su red ferroviaria.
CUBA
Esa obra, que contó con la masiva colaboración de técnicos y constructores cubanos, quedó como símbolo también de las estrechas relaciones entre La Habana y Saint George´s, según recordó el primer ministro Dickon Mitchell durante su visita el año pasado a Cuba, donde dialogó con el presidente Miguel Díaz-Canel y otras autoridades.
En esas conversaciones, se resaltó el ejemplo y la obra de Bishop y su amistad con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.
Al desarrollo pleno de esos vínculos en áreas como salud, infraestructura, educación, agricultura, acuicultura, cultura y preservación del medio ambiente, contribuyeron también las visitas oficiales que hicieron a Saint George´s Fidel Castro, en agosto de 1998, y Miguel Díaz-Canel, en diciembre de 2022.
EL LEGADO
El año 2024, el primer ministro Dickon Mitchell declaró oficialmente “Día Nacional de los Héroes” el 19 de octubre de 1983, para recordar a los caídos ese día, tras una traicionera división interna.
Bishop, a quien Fidel Castro describió como su “brillante, firme, vertical y entrañable hermano”, dejó un gran legado político, especialmente valioso en estos tiempos.
Más allá de su aporte a la historia de Granada, se recuerda el hecho de que uno de los países más pequeños del mundo, de reducida población, pudo decirle a Washington, en perfecto inglés y sin temor alguno: “¡No estamos en el traspatio de nadie!”.
arb/JL
*Autor del libro Granada: la Nueva Joya del Caribe. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1982.