Le National Diciembre 22, 2024
Por Vladimir Predvil
El coordinador de la organización Sant Karl Lévêque, llama a la unidad nacional para aliviar el sufrimiento del pueblo, mientras que Leslie Voltaire, presidente del Consejo Presidencial de Transición (CPT), expresa su confianza en una cooperación internacional reforzada.
Un nuevo año que, para muchos, debe encarnar la esperanza de un futuro más o menos estable para Haití.
De hecho, a pocos días de que finalice 2024, los grandes proyectos anunciados para llevar a Haití hacia una transición política, social y pacífica siguen estancados. Los actores políticos y sociales están llamando a los líderes a tomar acciones concretas para sacar al país del estancamiento.
En un mensaje lleno de esperanza, Leslie Voltaire, presidente de la CPT, saludó la cooperación de la comunidad internacional y reiteró la importancia del apoyo de los amigos de Haití en la búsqueda de soluciones duraderas a los problemas de inseguridad.
Al mismo tiempo, expresó su tristeza por la magnitud de los desafíos y declaró que el 2025 debe ser un año de esperanza y progreso para el pueblo haitiano.
Contactado por la redacción del diario Le National, Gardy Maisonneuve, el coordinador general de Sant Karl Lévêque pintó un panorama sombrío de la situación actual, destacando la inacción de los dirigentes ante las crisis nacionales y las prioridades.
«Todo el mundo habla de las elecciones, pero no se hacen esfuerzos reales para resolver la crisis de seguridad que paraliza al país», sugirió. Según él, el poder, que se ha convertido en una fuente de privilegios, distrae a los líderes de sus responsabilidades esenciales.
Maisonneuve también denunció la falta de visión y de afiliación ideológica entre los responsables de la toma de decisiones. “Un ciudadano no debería complacerse en dañar a su país en beneficio de otras naciones. Pasaremos la mitad de 2025 en esta situación insostenible si no se hace nada», añadió.
Para él, los problemas de inseguridad, aunque graves, podrían controlarse con líderes competentes y comprometidos. Los bandidos no son tan fuertes, pero son las autoridades las que carecen de competencia, insistió, al tiempo que pidió una conciencia colectiva.
“La recuperación de Haití no se limita a resolver las crisis actuales, sino que requiere un verdadero plan de reconstrucción a lo largo de varias décadas. No tenemos sólo seis meses de problemas que resolver, sino más de 20 años de trabajo que esperar”, concluyó.