Para revertir la situación, la comunidad internacional y los donantes necesitarán aumentar la financiación para las operaciones de ayuda de la ONU y de las organizaciones no gubernamentales (ONG), dijo la oficina humanitaria de la ONU (OCHA).

Hambre y necesidades crecientes

   Meses de violencia han llevado a un empeoramiento de la crisis humanitaria en Haití. El desplazamiento se ha triplicado durante el año pasado en el país insular caribeño mientras la violencia de las pandillas continúa sacudiéndolo, provocando que casi 600.000 personas huyan.

   “La violencia indiscriminada de los grupos armados y el casi colapso de los servicios básicos han sumido a Haití en una crisis humanitaria sin precedentes desde 2010”, afirmó el reporte en referencia al devastador terremoto que azotó el país hace 14 años.

   Tras el empeoramiento de la situación de seguridad en la capital, Puerto Príncipe, y en Artibonite, al norte, en febrero el número de personas desplazadas aumentó un 60 por ciento, según el informe, que se basa en las últimas cifras de la Organización Internacional Matriz de seguimiento de datos de la Organización para las Migraciones (OIM) para Haití.

Colapso de servicios básicos

   La violencia continúa teniendo como objetivo la infraestructura civil y sólo el 24% de los hospitales siguen operativos. La inseguridad también ha privado de aulas a 1,5 millones de niños.

   La mitad de las 578.000 personas desplazadas, que huyen desesperadamente de la capital en busca de seguridad, han llegado al sur del país, donde la gran mayoría de ellas son acogidas por familias ya económicamente vulnerables.

   Además, según OCHA, los servicios sociales básicos, como educación, salud, agua, higiene y saneamiento, ya insuficientes para satisfacer las necesidades de la población local, se han puesto a prueba.

Deportaciones forzadas

   Mientras tanto, continúan las repatriaciones forzosas de haitianos desde países de la región. De hecho, las deportaciones de ciudadanos haitianos incluso aumentaron, particularmente a partir de abril, cuando los incidentes de violencia alcanzaron su punto máximo.

   En los primeros siete meses del año, cerca de 100.000 personas fueron expulsadas de países de la región a Haití, según datos de la OIM.

Olas de violencia

   También persistieron los enfrentamientos violentos entre pandillas y autoridades, aunque la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad llegó a finales de junio para ayudar a la policía haitiana a enfrentar la crisis actual.

   «Estas olas de violencia siguen teniendo consecuencias humanitarias en las poblaciones de los barrios y localidades afectados, pero también en zonas alejadas de la capital que se han convertido en tierras de acogida para cientos de miles de personas», agregó.

   Se han registrado casi 300.000 casos de desnutrición y cinco millones de personas, o alrededor del 50% de la población haitiana, se enfrentan a una mayor inseguridad alimentaria, según un informe del grupo de seguimiento mundial la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC).

Temores de extensión de la crisis

   Además, se teme que el epicentro de la actual crisis humanitaria se desplace gradualmente hacia un número cada vez mayor de zonas que antes no estaban afectadas por la inseguridad. Al mismo tiempo, se espera que la temporada de huracanes sea activa y podría provocar ondas de choque adicionales en la vida cotidiana de los haitianos. Haití se prepara para afrontar entre cuatro y siete grandes tormentas en los próximos meses.

Llamados para cerrar las brechas de financiación

   Se necesitan urgentemente recursos financieros adicionales para satisfacer las crecientes necesidades de la población haitiana afectada por esta crisis multidimensional. Sin fondos adicionales, la OCHA teme que estas crisis continúen.

   Cientos de miles de niños no escolarizados correrán el riesgo de ser reclutados por grupos armados y experimentarán “años perdidos”, creciendo sin las habilidades necesarias para su futuro y supervivencia. Según OCHA, medio millón de niños vulnerables y víctimas de incidentes de protección se verán privados de servicios de salud mental y apoyo psicosocial.

   «Si bien la ayuda humanitaria es un salvavidas para muchas personas, es sólo una parte de la solución», afirmó la agencia de la ONU.

   «El gobierno, los actores políticos y del desarrollo deben trabajar juntos para encontrar soluciones duraderas a los desafíos estructurales de Haití», dijo, haciéndose eco de un llamamiento lanzado por una misión conjunta de la ONU y la Unión Europea en el país.

   Mientras tanto, en el octavo mes del año, el Plan de Respuesta Humanitaria 2024 de Haití está financiado sólo en un 33%, habiendo recibido 162,5 millones de dólares de un total de 674 millones de dólares.

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Le National es un diario haitiano, fundado en 2015 por Hervé Lerouge.

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