Haití ha estado sumido durante años en una crisis multidimensional. Con el deterioro del clima de seguridad, cada vez más ciudadanos abandonan sus barrios bajo la presión de civiles armados para buscar refugio en albergues temporales, con familiares o al menos dirigirse a ciudades de provincia. Esta creciente inseguridad ha tenido un efecto devastador en el sistema educativo.

Esta situación hunde aún más a la población, especialmente a los niños, en un futuro incierto. Más de 900 escuelas han cerrado debido a ataques, amenazas o porque están siendo utilizadas como refugios para personas desplazadas.

A partir de esta observación, Plan Internacional destaca que el sistema educativo está colapsando, dada la cantidad de docentes obligados a huir de sus hogares, dejando a niños y niñas sin acceso a la educación, lo que multiplica los crecientes riesgos de explotación y trata infantil.

La agencia de Naciones Unidas dijo que una evaluación de necesidades realizada en los departamentos Sur y Sudeste entre más de 200 desplazados internos reveló que más de nueve de cada diez niños, o el 90%, fueron privados de su derecho básico a la educación debido a la violencia y la inseguridad.

Niños de tan solo 10 años corren el riesgo de ser reclutados por grupos armados. Entre los encuestados, el 5 % expresó su intención de regresar a Puerto Príncipe para unirse a los grupos, considerándolo una forma de obtener ganancias económicas fáciles, afirmó la organización.

Esta investigación muestra que las niñas se ven especialmente afectadas por la violencia sexual y de género en los campos de refugiados, lo que agrava las altas tasas de embarazos precoces y no deseados. Peor aún, las familias que enfrentan dificultades económicas están recurriendo a mecanismos de supervivencia que hacen que los niños sean más vulnerables a la trata y la explotación.

Ante esta alarmante situación, Prospery Raymond, Directora Nacional de Plan Internacional Haití, señaló que El mundo no puede darle la espalda a Haití. Debemos actuar ahora para proteger a los niños de la violencia, la explotación y la pérdida de su futuro. Los niños haitianos merecen seguridad, educación y esperanza.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que intervenga y proporcione los recursos necesarios para apoyar a Haití durante este tiempo de crisis, afirmó.

Plan Internacional informó que para apoyar a las familias, la organización implementa programas de transferencia de efectivo y cubre las cuotas escolares para que los niños puedan seguir aprendiendo. También fortalece los servicios para los sobrevivientes, incluida la atención médica y el apoyo psicológico.

Además, la organización está adoptando un conjunto de medidas para mejorar el saneamiento en los centros de desplazados con el fin de prevenir enfermedades y preservar la salud y la dignidad de las familias afectadas. Ella dice que está decidida a ayudar a los necesitados y garantizar que se respeten los derechos de los niños durante esta crisis.