Por Armando Hernández
Al fallar a favor de 16 estados liderados por republicanos que demandaron a la administración, un juez federal suspendió el Keeping Families Together (Mantener unidas a las familias), que abrió sus inscripciones el lunes pasado, mientras el tribunal considera los méritos del caso.
Este plan se apoya en el llamado ‘Parole in place’ y otorgaba un permiso temporal para permanecer en Estados Unidos. Esta nueva política ofrecía una vía para la naturalización de alrededor de medio millón de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin un estatus legal.
Al suspender la iniciativa, el juez Baker dijo que la queja presentada por la coalición de estados, encabezada por el fiscal general Ken Paxton de Texas, planteaba preguntas legítimas sobre la autoridad del poder ejecutivo para eludir al Congreso y establecer la política de inmigración.
“Las reclamaciones son sustanciales y justifican una consideración más minuciosa de la que el tribunal ha podido permitirse hasta la fecha”, escribió el juez Barker, quien fue designado por el expresidente Donald J. Trump.
Las personas beneficiadas eran aquellas que están casadas con ciudadanos estadounidenses y cumplen con ciertos criterios. La medida de inmigración también se extiende a los hijos de los beneficiados, es decir, los hijastros.
Para poder adherirse al programa, el solicitante debe haber vivido en el país un mínimo de 10 años y estar casado antes del 17 de junio pasado.
La Administración Biden estimó que aproximadamente 500,000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses y unos 50,000 hijastros son elegibles.