«Es evidente que de ellos dependen las claves de desarrollo económico y las matrices estratégicas que los sustentan”, manifestó la encargada del Departamento de Análisis de Coyuntura Económica de la FGAL, Dra. Khadija Ben Lahcen.
«No podemos olvidar que los recursos naturales representan la mayor parte del ingreso neto de muchas economías africanas, incluidos sus ingresos por exportación y los ingresos públicos».
Hoy el mundo se reorienta hacia fuentes de energía más sostenibles y menos invasivas para luchar contra el cambio climático y África es un importantísimo actor en la fórmula de desarrollo y manejo amigable y eficiente del medio ambiente.
En paralelo con determinar las políticas de sustentabilidad ambiental es necesario inventariar la abundancia de minerales y metales críticos en África, como el aluminio, el cobalto, el cobre, el litio y el manganeso, que son componentes vitales en las nuevas industrias renovables y de uso intensivo de tecnología, aspectos que posicionan al continente como un destino atractivo para la industria manufacturera y el fomento productivo, plantean desde la Fundación Global África Latina.
«Es necesario que los gobiernos planifiquen acciones y metas frente a las recientes convulsiones causadas por la agitación comercial producida por factores globales múltiples y los acontecimientos geopolíticos que evidencian incertidumbres económicas».
Ben Lahcen puntualizó que la naturaleza de los ciclos de desarrollo es dinámica y advierte que África también ofrece ventajas como un acceso más corto y sencillo a los insumos primarios, una mano de obra más joven, adaptable y hoy por hoy consciente de la tecnología.
«Es necesario considerar una mayor integración a las cadenas de suministro mundiales y poner atención y urgencia a las políticas de diversificación económica, aumentando su blindaje a futuras crisis”, advierte Ben Lahcen.