viernes 21 de febrero de 2025
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La obsesión de Trump sobre el canal de Panamá

Santo Domingo (El Caribe): Las pretensiones del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica sobre el canal de Panamá, como parte de su despliegue supremacista y sus aspiraciones expansionistas se han convertido en una obsesión, actitud que contrasta, en este caso, con su primera administración (2017-2021) cuando no tuvo en su agenda el Canal de Panamá; hoy se muestra desconocedor de la realidad histórica de esa importante vía interoceánica que garantiza el flujo del comercio mundial, y procura imponer sus intereses.

Por Miguel Mejía       

Lo primero que Donald Trump debe saber (o recordar) ante su denuncia sobre una supuesta influencia de China sobre el Canal de Panamá es que la empresa CK Hutchison Holdings Limited, uno de los mayores grupos empresariales de Hong Kong, está en Panamá desde 1996 y su participación fue producto de ganar una licitación contra la empresa norteamericana Betel, la que hizo una oferta de un millón de dólares al año, al ser la oferta de CK Hutchison de 12 millones más el 10% de la facturación.

Su concesión en el área del Canal fue legalmente prorrogada, en 2021, hasta el 2047, según informes de las autoridades panameñas correspondientes. Esta empresa está administrando 54 puertos en el mundo, incluso en las costas este y oeste de Estados Unidos.

El miedo que siente Estados Unidos, visible de manera especial en Trump y su secretario de Estado Marco Rubio, frente al avance y posicionamiento de China le lleva a presionar a Panamá con base en estas falacias y procuran retomar el control sobre el canal. Ellos saben que no hay vínculos entre la empresa CK Hutchison y el Partido Comunista de China, como también lo afirma un informe de la empresa de análisis StrategyRisks publicado recientemente.

La referida empresa con sede en Hong Kong, a través de la empresa Hutchison Ports PPC, administra dos de los cinco puertos del Canal, que por su ubicación a ambos extremos de este (Balboa y Cristobal), que son los puertos que reciben el 40% del tráfico de contenedores estadounidenses, constituyen la preocupación de los Estados Unidos, en el supuesto causal de su miedo, de que China pudiera ordenar el cierre de estos dos puertos.

Olvidan estos señores que China, en su derecho como ellos, puede formar parte de la estructura empresarial del Canal bajo las mismas normas establecidas que todos, sin distinción, sin condición de grandes o pequeños, ricos o pobres, deben respetar y cumplir.

En este contexto, lo más saludable es que Estados Unidos desista de su amenaza al pueblo panameño con el riesgo de una acción militar en su afán por “recuperar” el control del Canal, aludiendo que el manejo actual de este “implica una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”.

He aquí una muestra de la obsesión de Trump, que además debe saber (o recordar) que el Canal de Panamá es operado por una agencia del gobierno de Panamá y no por soldados chinos. ¿Quién lo diría? Que la Administración de Trump bajo estos argumentos procura dar marcha atrás a la historia al querer apropiarse del Canal, con su diplomacia de las cañoneras.

Cabe recordarle al presidente de Estados Unidos que el Canal de Panamá no es un regalo a su pueblo que ha elegido a distintas autoridades durante 25 años, desde entonces, y todos los gobiernos han tenido que respetar las concepciones de los Tratados Torrijos-Carter, el de la Neutralidad Permanente del Canal y el de Funcionamiento, los cuales se firmaron bajo los principios de buena fe y respeto a las normas de derecho internacional.

Asimismo, señalar que el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente, en su Artículo III, especifica la forma en que el Estado panameño establece las condiciones para el tránsito por el Canal, así como los peajes, que habrán de ser “justos, razonables, equitativos y consistentes con los principios del derecho internacional”. Y, en su Artículo V, establece que “solo la República de Panamá manejará el Canal y mantendrá fuerzas militares dentro de su territorio nacional”.

En sus 82 kilómetros entre los océanos Atlántico y Pacífico circula el 6% del comercio mundial a través de cinco puertos: Puerto Manzanillo (MIT), en la costa atlántica, operado por la multinacional estadounidense SSA Marine y es el de mayor movimiento de contenedores; Puerto Balboa, Pacífico, segundo con mayor movimiento, operado desde 1997 por la empresa Panamá Ports Company, la cual desde 2015 pertenece a CK Hutchison Holdings, de Hong Kong; Puerto Colón, Atlántico o Colón Container Terminal, forma parte del grupo Evergreen de Taiwan, inició sus operaciones en 1997.

Este puerto fue construido en una antigua base militar de Estados Unidos; Puerto de Rodman, Pacífico, operado por PSA Panamá International Terminal, forma parte del Grupo PSA Internacional con sede en Singapur. Y el Puerto de Cristobal, Atlántico, operado por la misma empresa que el Balboa.

El 7 de septiembre de 1977 el general Omar Torrijos y el recién fenecido presidente estadounidense Jimmy Carter, firmaron los Tratados Torrijos-Carter que reconocen la soberanía de Panamá sobre los territorios ocupados por la Zona del Canal y que devuelven el Canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, poniendo fin al funesto Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, el cual cedía a Estados Unidos la importante vía interoceánica desde su construcción.

La condición de este convenio era garantizar la separación de Panamá y protegerla de cualquier acción militar por parte de Colombia. Hoy, Trump quiere volver, hasta amenazando con medidas de fuerza, a retomar el Canal.

Las obsesiones son sentimientos o deseos descontrolados que se manifiestan en las personas de manera impulsiva y generalmente en discordancia con sus pensamientos conscientes.

En esta situación lo fundamental es que se respete la soberanía del pueblo panameño y los acuerdos internacionales. El Canal de Panamá no es una mercancía que se negocia ni un juguete para entretenerse, es una zona clave para el intercambio comercial global, en base a las normas del libre mercado, y, lo más relevante, constituye una conquista símbolo de identidad nacional fruto de la unidad en las luchas de distintas generaciones a lo interno de Panamá y con la solidaridad internacional, la cual hoy más que nunca debe mantenerse.

Animamos a los hermanos panameños a establecer una unidad nacional; y llamamos a la solidaridad internacional para hacer frente a esta agresión de los Estados Unidos, a exigir el respeto a la soberanía de Panamá y su derecho en el Canal. Un Canal para la Paz y el comercio mundial, que solo debe beneficiar al pueblo panameño y a la humanidad.

Identificador Sitio web Ecos del Sur
El Caribe

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El Caribe es un periódico dominicano fundado en 1948 por el estadounidense Stanley Ross. El periódico es propiedad de Multimedios del Caribe, y es publicado por Editora del Caribe, C. por A.
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