Tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022, los Gobiernos de Berlín y Vilna acordaron el despliegue permanente de una brigada alemana en Lituania.
Ese paso consolidó la presencia militar de la Alianza Atlántica en este país, cuya entrada en la OTAN se produjo en 2004.
De hecho, varios batallones del Ejército de Estados Unidos se encuentran en el país de forma oficial desde 2019, más concretamente en la ciudad de Pabrade, donde tienen una base militar. Ese emplazamiento está a unos 80 kilómetros al noreste de Rudninkai y también cerca de la frontera con Bielorrusia.
Ahora, en una nueva escalada bélica en la zona, se da a conocer esta nueva infraestructura, en la que Lituania tiene previsto gastarse más de 800 millones de euros en los próximos tres años, según ha informado el general Raimundas Vaiksnoras, jefe de defensa de Lituania.
El campamento incluirá una nueva ciudad militar que ocupará 200 hectáreas de terreno. Los edificios que se levantarán incluyen edificios administrativos, infraestructuras de mantenimiento y almacenamiento, un edificio de guardia y dormitorios residenciales.
El Ejecutivo germano pretende mantener una brigada militar plenamente estacionada en Lituania hasta 2027. Funcionarios alemanes han declarado que el ritmo del traslado dependerá de la disposición de Lituania a recibir a los soldados y sus familias. Se espera que la brigada esté formada por unos 5.000 soldados.
Este será el primer despliegue permanente de tropas alemanas en el extranjero desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
De los aproximadamente 4.800 miembros del servicio y 200 contratistas que Alemania se ha comprometido a enviar a Lituania como parte de una nueva brigada de defensa, alrededor del 80% de ellos se alojarán en la nueva base, según el Ministerio de Defensa Nacional de Lituania.
“Es uno de los esfuerzos más importantes que están llevando a cabo actualmente las Fuerzas Armadas alemanas”, declaró el secretario de Estado del Ministerio Federal de Defensa de Alemania, Nils Hilmer.
Cambio de estrategia.
Como el propio ministro de Defensa lituano Laurynas Kasčiūna ha reconocido, la construcción de esta base supone “un cambio en el proceso de planificación de la OTAN”.
“Ahora hemos llegado a la disuasión mediante la negación: tener fuerzas suficientes para que al enemigo ni se le ocurra pisar el territorio de Lituania con sus sucias botas”, ha sentenciado Kasčiūna.
Todo este despliegue tendrá un coste también en los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras lituanos, ya que el Gobierno ha decidido elevar su gasto en defensa al 3% de su producto interior bruto (PIB) en 2023. Además, el Ejecutivo de la primera ministra, la derechista Ingrida Simonyte, ha implementado aumentos de impuestos para financiar esta escalada bélica.
Por su parte, el Gobierno alemán ha solicitado al parlamento 2.930 millones de euros para adquirir 105 tanques Leopard 2 A8, destinados en parte a equipar esta base en Lituania, según un documento confidencial dado a conocer este verano, que ha hecho aumentar la tensión dentro de la coalición gobernante en Alemania.
Soldados españoles
No solo Alemania o Estados Unidos tienen una fuerte presencia militar en Lituania. Otros países de la OTAN también han desplegado sus efectivos en este país fronterizo con Rusia. Así, en lo que han denominado Misión de Policía Aérea del Báltico, España ha trasladado este 2024 a la Base Aérea lituana de Siauliai hasta 190 soldados y ocho cazas F18.
Cabe recordar que, en total, y según cifras oficiales, el despliegue de las Fuerzas Armadas españolas en los países de la Europa del Este ronda los 2.000 soldados. La noticia de esta nueva base militar en Lituania se conoce unos meses después de que, en marzo, Rumanía diera el visto bueno para la ampliación de la base militar de la OTAN de Mihail Kogalniceanu, en la costa del mar Negro, que tiene previsto acoger a unos 10.000 soldados cuando esté lista en 2030, y que se convertirá en la mayor base militar de la Alianza Atlántica en el continente.