Esto, desde que en el mes de octubre pasado, el gobierno de Israel lanzó su más reciente y atroz ofensiva militar contra dicho pueblo, barbarie que el mundo entero reconoce ya como una guerra de exterminio con un objetivo claramente genocida.
Desde entonces, todos los martes en las tardes, MCG y otras personas solidarias protestan contra las agresiones de Israel, y a favor del derecho del pueblo palestino a la libertad y la paz.
El lugar de la protesta es el indicado: la oficina del consulado de Israel en Puerto Rico, sede oficial de dicho gobierno en nuestro país. La misma está ubicada en la calle Uruguay, cerca del área bancaria en Hato Rey.
Por la perseverancia de su protesta a favor de Palestina, integrantes de MCG y otros manifestantes han sido objeto de vigilancia, acoso, y hasta de visitas a sus hogares por parte de agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI).
En un obvio despliegue de fuerza, los agentes han intentado amenazar e intimidar a algunos de dichos manifestantes. Esto, porque hace unas semanas intentaron pacíficamente entregarle al cónsul una carta con 300 firmas en expresión de apoyo al pueblo Palestino.
Como su nombre lo expresa, MCG es una organización pacifista y sus manifestaciones públicas están protegidas por el derecho a la libre expresión.
Esto debiera ser respetado por el FBI, aunque la trayectoria de dicha agencia en Puerto Rico se ha caracterizado precisamente por lo contrario, por un brutal historial de persecución y represión a la libre expresión y a la lucha en la calle de los partidarios de la independencia de Puerto Rico, de otros sectores que abogan por sus derechos y por una mayor justicia social, y los objetores de estrategias y acciones de la política exterior del gobierno de Estados Unidos, como sus guerras de agresión en el mundo entero.
Actualmente, la guerra contra Palestina la dirige y la conduce Israel, pero el gobierno de Estados Unidos no es un ente neutral en el conflicto. Por el contrario, Estados Unidos es y ha sido el principal cómplice de Israel en toda la historia del conflicto del Medio Oriente.
Desde que participó activamente en la creación del estado de Israel, Estados Unidos ha sido su principal aliado. Para el gobierno de Estados Unidos -y su política imperial en el mundo- es absolutamente indispensable sostener y ampliar el poderío militar y de inteligencia de Israel en la región del Medio Oriente.
El estado de Israel es el instrumento que le garantiza sostener su hegemonía militar y su acceso a los recursos estratégicos de dichos países, por ejemplo, el petróleo. A cambio, Estados Unidos le provee a Israel un cuantioso y sofisticado arsenal militar, y de vigilancia, seguridad y recursos de inteligencia ilimitados.
En este contexto, el FBI es parte del engranaje de apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel. Una de las fuerzas que garantizará que dicho país y quienes lo representan no tendrán que dar cuentas por sus acciones. Una especie de “cúpula” que protege a los embajadores, cónsules y demás oficiales del gobierno de Israel dentro de Estados Unidos y sus llamados territorios.
Con su pretensión de amordazar e intimidar a las activistas de MCG y demás manifestantes a favor de Palestina, el FBI le hace el juego sucio al cónsul de Israel en Puerto Rico.
Así, este no tendrá que enfrentar la realidad de que hay un amplio sector de nuestro pueblo que está dispuesto a desafiar la narrativa oficial sobre la guerra en Palestina. También, el cónsul estará protegido de tener que dar explicaciones públicas por las abominables acciones de su gobierno y milicia, que se han ganado el repudio de la humanidad entera.
Aunque la guerra de ocupación y agresión de Israel en Palestina lleva 75 años, este último capítulo supera todos los anteriores en su brutalidad, deshumanización y desprecio por la vida de los palestinos.
También en las cifras de civiles asesinados, los cuales en seis meses ya suman cerca de 40,000 entre Gaza y Cisjordania, principalmente mujeres, niñas y niños.
A eso, hay que sumarle el nivel de destrucción física y natural en Gaza, y la violencia empleada por los colonos y la milicia israelí en la confiscación de tierras y propiedades de palestinos en Cisjordania. En fin, una catástrofe humanitaria de proporciones épicas que le representaría un enorme desafío al cónsul de Israel en Puerto Rico intentar explicar.
Hasta que se cumpla con la resolución que demanda un alto al fuego y la libre entrada de ayuda humanitaria a Palestina, adoptada por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en esta semana, MCG se propone continuar su manifestación semanal frente al consulado de Israel.
Desde CLARIDAD, respaldamos el derecho de MCG a continuar manifestándose en oposición al genocidio en Palestina y denunciaremos cualquier intento u acto de intimidación o amenaza a los derechos humanos de estas y estos puertorriqueños.