Prensa Latina Diciembre 26, 2024
El Sumo Pontífice pidió ante miles de fieles y peregrinos que para poner fin al enfrentamiento bélico en suelo ucraniano “se tenga la audacia de abrir la puerta a las negociaciones y a los gestos de diálogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera”.
Se refirió a la compleja situación en Medio Oriente y expresó que su pensamiento se dirige “en particular a la comunidad de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima” por los ataques de Israel, que ya causaron unas 44 mil muertes, y apeló a que “se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra”.
“Llevo en el corazón también a la comunidad cristiana del Líbano, sobre todo del sur, y a la de Siria, en este momento tan delicado”, expresó, e insistió en que “se abran las puertas del diálogo y de la paz en toda la región, lacerada por el conflicto”.
Exhortó a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, para que encuentren “soluciones eficaces en la verdad y la justicia” y así promuevan la armonía social en este Año jubilar, “para edificar el bien común y redescubrir la dignidad de cada persona, superando las divisiones políticas”.
Hizo alusión además a la crítica situación en República Democrática del Congo, donde miles de niños están muriendo a causa de la epidemia de sarampión, así como a los problemas que sufren las poblaciones de Burkina Faso, de Malí, de Níger y de Mozambique, las cuales enfrentan una crisis humanitaria
También se refirió a los pueblos de los países del Cuerno de África, “para los que imploro los dones de la paz, la concordia y la fraternidad”, y a la necesidad de que se cumpla el compromiso de la comunidad internacional para la ayuda humanitaria a la población de Sudán y el impulso a negociaciones para un alto el fuego.
“Que el anuncio de la Navidad traiga consuelo a los habitantes de Myanmar, que, a causa de los continuos enfrentamientos armados, padecen grandes sufrimientos y son obligados a huir de sus casas”, añadió.
En la misa de Nochebuena, pronunciada tras la apertura de la Puerta de la basílica de San Pedro, con la que dio inicio el Jubileo 2025 de la Iglesia católica, el papa Francisco recabó que “pensemos en las guerras, en los niños ametrallados y en las bombas contra escuelas y hospitales”.
El Pontífice conminó a “traducir la esperanza en las situaciones de nuestra vida” y a que “nos indignemos ante las cosas que están mal y tengamos el coraje de cambiarlas”, como “peregrinos en busca de la verdad” para transformar un mundo desfigurado por la lógica de la ganancia, plagado de pobreza, esclavitud y conflictos.