Un encuentro que debería dar lugar a nuevas señales de acercamiento entre los dos países de la isla, afirmó Edwin Paraison, director de la Fundación Zile. Para él, la cuestión migratoria en particular y las olas de repatriación deben abordarse con miras a una cooperación efectiva entre Haití y la República Dominicana.
“Si ambas partes se comprometen a aplicar estrictamente el memorando de entendimiento firmado en diciembre de 1999, que pronto celebrará su 25º aniversario, estamos convencidos de que la mayoría de los problemas actuales encontrarán una solución. Este protocolo, aunque antiguo, sigue siendo una herramienta esencial para establecer una cooperación eficaz y respetuosa en materia de migración”, confió Paraison en una entrevista con el diario Le National.
Luego de los intercambios entre el Ministro de Relaciones Exteriores y el embajador dominicano el ex titular del Ministerio de los haitianos residentes en el exterior, Edwin Paraison, instó a las autoridades haitianas a planificar un encuentro bilateral que debe tener como objetivo fortalecer colaboración y construir una relación duradera entre los dos países.
«Una iniciativa de este tipo también podría servir como trampolín para abordar otras cuestiones transfronterizas, como el tráfico ilegal de armas y municiones, el comercio, el medio ambiente y el desarrollo económico, que requieren un enfoque común», continuó.
Durante más de un año, el conflicto histórico entre Haití y su república vecina se ha intensificado enormemente.
El 15 de septiembre de 2023, el presidente dominicano Luis Abinader tomó la decisión de cerrar sus fronteras con Haití debido a una situación de tensión que trascendió el marco político tras las obras de construcción de un canal en el río Masacre. Recientemente, en octubre pasado, las autoridades dominicanas anunciaron medidas para expulsar a 10.000 haitianos por semana.
Sam Guillaume, gerente de comunicaciones del Grupo de Apoyo para Retornados y Refugiados (GARR), una organización que trabaja en la frontera con República Dominicana, dijo que en aproximadamente dos meses las autoridades dominicanas ya han deportado a más de 30.000 ciudadanos haitianos o dominicanos de origen haitiano. Esto, en condiciones sistemáticamente violentas, al margen de los derechos humanos, la trata y los convenios internacionales vigentes.
Con los cambios realizados dentro del gobierno haitiano, Paraison dice que ve nuevas señales de acercamiento entre los dos países. Un avance que él describe como positivo. Mientras tanto, quiere avanzar en las negociaciones para que el tema migratorio deje de ser un foco de conflicto donde las autoridades dominicanas utilizan las repatriaciones como instrumento de presión contra el gobierno haitiano.
Por otro lado, el presidente Abinader, que acaba de postularse para su segundo mandato, dirigió toda su campaña electoral sobre la base de una política migratoria racista, a menudo mediante la violación de los derechos de los migrantes.
El titular de la Fundación Zile cree que el gobierno haitiano debe tomar medidas legales para proteger los intereses del pueblo haitiano, priorizando siempre el diálogo con el gobierno dominicano.