Según el documento, el pacto responde a los intereses de Rusia, puesto que fortalecerá su «asociación estratégica» con China, además de ayudar a desarrollar sus actividades espaciales y consolidar su liderazgo «en la exploración espacial, incluida la implementación de trabajos de exploración y uso de la Luna».
El acuerdo también establece el marco para una base organizativa, legal y estratégica para la construcción y utilización de la ILRS, cuya misión es llevar a cabo investigaciones multidisciplinarias y polivalentes en la superficie de nuestro satélite. En marzo de 2021 las autoridades chinas y rusas lanzaron oficialmente el programa de la ILRS. En junio de ese mismo año, la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) y Roscosmos presentaron una hoja de ruta conjunta para la construcción de la estación lunar, con miras al 2030.