En un artículo publicado el jueves bajo el título: «Sahara Occidental: ¿la diplomacia franco-marroquí de Emmanuel Macron bajo la influencia de Pegasus?», el sitio abordó las interrogantes planteadas por este «giro» diplomático que llevó al presidente francés a expresar su apoyo a la supuesta «soberanía» de Marruecos sobre el Sahara Occidental.
En este sentido, la autora del artículo, Hélène Bailly, recordó «en 2021, el caso Pegasus sacudió el Palacio del Elíseo. Al parecer, Macron, habitualmente imperturbable, se sintió profundamente conmovido cuando descubrió que su número de teléfono, junto con los de su primer ministro Edouard Philippe y otros catorce miembros del Gobierno, figuraban entre los posibles objetivos de la vigilancia de los servicios marroquíes».
Recordando la humillación judicial sufrida por el Majzen en Francia tras su denuncia por difamación vinculada a su implicación en el proyecto Pegasus, Hélène Bailly estableció el vínculo entre el giro diplomático de Macron y la marcha atrás del jefe del Gobierno español en favor del siniestro «plan de autonomía» para el Sahara Occidental.
«Hay que recordar que en junio de 2022 ya había surgido en España el caso Pegasus, con acusaciones de vigilancia telefónica por parte de Marruecos dirigidas a personalidades españolas, entre ellas la esposa del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez», señaló.
Afrik.com cita a varios medios de comunicación locales que afirman que las escuchas podrían haber influido en la decisión de Francia de apoyar el plan expansionista de Marruecos, un giro radical considerado un «desastre diplomático» por políticos españoles.
En este contexto, el portal menciona el controvertido acercamiento económico de miles de millones de euros entre Francia y Marruecos, señalando que tres años después del caso Pegasus, las tensiones entre ambos países se han relajado repentinamente a cuenta de la realidad económica y del futuro saqueo del Sahara Occidental.
Según Afrik.com, «el apoyo de Macron a la (supuesta) «soberanía» de Marruecos sobre el Sahara Occidental marca una ruptura histórica con la tradicional política de neutralidad de Francia, y va en contra de los principios del derecho internacional.»
Esta postura, prosigue Afrik.com, «plantea cuestiones cruciales sobre el futuro de la diplomacia francesa».