Por Jorge Gómez Pinilla
A este evento asistieron tres exmandatarios, cada uno en representación de tres regiones del mundo: América Latina, África y Europa.
Los expresidentes Ernesto Samper Pizano de Colombia, Kgalema Motlanthe de Sudáfrica y Ueli Maurer de la Confederación Suiza. Además, Antonio Guterres, Secretario General de la ONU se unió a este espacio a través de la virtualidad.
El expresidente Ernesto Samper Pizano fue designado para dar el discurso de apertura de la Conferencia Internacional por la Paz y el Desarme. Inició con un mensaje de paz, destacando los avances de Colombia en esta materia luego del Acuerdo Final de Paz firmado entre el Gobierno y las extintas FARC, y los esfuerzos actuales del presidente Gustavo Petro con su política de Paz Total.
Resaltó que América Latina es un “oasis de paz” porque sigue siendo una región libre de armas nucleares y sin conflictos étnicos, religiosos o fronterizos que sí afectan otras zonas del mundo.
Samper fue el último secretario general de Unasur, e invitó a una reflexión sobre el concepto de paz y le preguntó a los asistentes: “¿de cuál paz estamos hablando? ¿Del silencio de los fusiles mientras la gente se sigue muriendo de hambre y falta el agua para calmar la sed en el África? ¿De una paz que niega medicamentos, servicios públicos y alimentos a miles de seres humanos a través de la imposición de sanciones unilaterales, ilegales e inhumanitarias como las que están imponiendo Estados Unidos y Europa?
El exmandatario, quien además ha liderado esfuerzos para que se levanten las sanciones ilegales aplicadas a Cuba y Venezuela, enfatizó en la necesidad de pensar en las crisis humanitarias que traen estas medidas y cómo la xenofobia promovida por el odio afecta a millones de migrantes estigmatizados y rechazados en su derecho, como ciudadanos del mundo, a la libre movilidad que hoy se exige para mercancías, servicios o capitales.
En su condición de promotor de la paz y el respeto por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) en su país, solicitó como acción inmediata que ¡Mientras llega la paz, humanicemos la guerra!, “no tenemos tiempo para esperar a que la paz llegue como resultado de negociaciones políticas o derrotas militares”, afirmó Samper.
En su discurso condenó el genocidio en Gaza, los bombardeos a escuelas en Ucrania, las masacres en Sudán y la República Democrática del Congo, y exigió la aplicación urgente del Derecho Internacional Humanitario en el mundo.
No es la primera vez que Ernesto Samper habla de la desideologización de las relaciones internacionales, por eso en esta ocasión planteó que el desarme debe ir más allá de la destrucción de armas: y afirmó que “tiene que ver con el desmonte de los espíritus y corazones envenenados de los dirigentes del mundo” y enfatizó en la necesidad de acabar con la diplomacia ideológica que, apoyada por las redes sociales y los medios de comunicación, está polarizando a la humanidad.
Al cierre de su conferencia el expresidente y líder regional hizo una consideración sobre la necesidad de remplazar el desacreditado modelo neoliberal con un nuevo Modelo Económico Solidario de Desarrollo, que permita una mayor inclusión social de los pueblos.
Invitó a un nuevo orden mundial porque, según él, “un cambio de paradigma es necesario para organizar de una manera más justa y democrática el mundo”. Samper señaló también que China debe asumir su papel como actor global en esta reorganización para que el mundo encuentre nuevas formas racionales de supervivencia en lugar de continuar matándonos “como dramáticamente ocurre en este preciso momento, al tiempo que se celebra este seminario”, concluyó el mandatario.
Samper lleva trabajando más de 40 años por la paz y la integración de América Latina y el Caribe.
