La lista anual de vigilancia de emergencias del Comité Internacional de Rescate (IRC) publicada este martes incluyó a 20 países en riesgo de empeorar las crisis humanitarias en 2026.
   El segundo clasificado son los territorios palestinos ocupados.
   En su informe, el IRC advierte que el mundo está entrando en lo que describe como un “Desorden del Nuevo Mundo”.
   Dice que esto se caracteriza por la intensificación de las crisis humanitarias y un fuerte colapso en la financiación mundial para apoyar a las comunidades vulnerables.
   El IRC dijo que muchos de los múltiples conflictos en todo el mundo están impulsados por luchas por el poder y la ganancia.
   En Sudán, dice que las partes en conflicto y sus patrocinadores internacionales se están beneficiando del comercio de oro, que tiene impactos devastadores en los civiles.
   África domina la última lista de vigilancia, con 6 de los 10 países más afectados por la crisis del mundo y la mitad de todos los conflictos activos ubicados en el continente.
   Las otras naciones africanas son Sudán del Sur, en tercer lugar, Etiopía, la República Democrática del Congo, Mali y Burkina Faso.
   Esto refleja el impacto cada vez más profundo de los conflictos, la inestabilidad política, los choques climáticos y el estrés económico en múltiples regiones.
   Los 20 países incluidos en la lista representan el 12% de la población mundial, pero representan el 89% de las necesidades humanitarias.
   También incluye Haití, Líbano, Ucrania y Siria y Yemen, que han estado plagados de guerras civiles durante más de una década.
   El IRC dice que sin la acción urgente de aquellos con poder para hacer una diferencia, 2026 corre el riesgo de convertirse en el año más peligroso hasta el momento.
   El grupo está pidiendo un conjunto de acciones vinculantes en respuesta a las crisis globales, incluida la suspensión del poder de veto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en casos de atrocidades masivas.
   Sudán se vio sumido en el caos en abril de 2023 cuando una lucha de poder entre los militares y las poderosas Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares estalló en combates abiertos.
   La devastadora guerra ha matado a más de 40.000 personas, según cifras de las Naciones Unidas, pero los grupos de ayuda dicen que es un recuento insuficiente y que el número real podría ser muchas veces mayor.
   Este conflicto creó la crisis humanitaria más grande del mundo, con más de 14 millones de personas desplazadas, brotes de enfermedades y propagación de la hambruna en algunas partes del país.