Este es el primer nombramiento importante que ha hecho Trump tras el triunfo electoral del 5 de noviembre que lo llevará de vuelta a la Casa Blanca como el Presidente 47 a partir del 20 de enero de 2025.
“Susie Wiles acaba de ayudarme a lograr una de las mayores victorias políticas de Estados Unidos”, dijo el también Presidente 45 (2017-2021) en un comunicado.
«Susie es dura, inteligente, innovadora y es internacionalmente admirada y respetada», subrayó.
Otros nombres que suenan en medios de prensa como futuros integrantes del equipo de gobierno del republicano o cercanos a él son, entre otros, Elon Musk, el multimillonario tecnológico dueño de Tesla, Space X y la red social X, aunque no se menciona una cartera específica.
El excandidato independiente Robert F. Kennedy Jr., que podría ocuparse de supervisar la regulación de la salud y los alimentos. No sería un cargo dentro del gabinete.
Pero Kennedy ya señaló que podría reformular drásticamente la política de salud pública y dijo que pedirá la eliminación del flúor del agua potable del país, una decisión que, según destacan medios locales, se toma a nivel local.
Stephen Miller fue asesor principal de Trump durante su primer mandato y se espera que vuelva a incorporarse a la Casa Blanca en la misma función.
A Miller se le considera el arquitecto de algunas de las políticas de inmigración del expresidente durante su primer periodo en la mansión ejecutiva, incluida la separación de familias y una orden para prohibir los viajes a Estados Unidos desde varios países de mayoría musulmana, recordó el diario The Hill.
Por su parte para secretario de Estado se especula que destinará al senador por Florida, Marco Rubio, quien ha trabajado en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, es el republicano de mayor rango en el Comité de Inteligencia de ese hemiciclo y estuvo entre los finalistas para la candidatura a la vicepresidencia.
También se menciona al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, para dirigir el Departamento de Energía.
Trump ganó ampliamente no solo el voto del Colegio Electoral (312) sobre su oponente demócrata Kamala Harris (226), sino también el popular, aunque este es simbólico pues no decide en la elección.
Además, el Partido Republicano logró el control del Senado (con 52 escaños de 100) y podría mantener el dominio de la Cámara de Representantes, cuyo escrutinio continúa.
La Cámara Baja del Congreso cuenta con 435 asientos y para obtener la mayoría se necesitan 218 puestos. Los republicanos están muy cerca de la meta, pues van por 216 y los demócratas por 204.