El nuevo aniversario encuentra a la agencia intervenida por el gobierno (del presidente argentino) Javier Milei, y a sus trabajadores, en plena lucha contra el anuncio de cierre que formalizó el Presidente el pasado 1 de marzo, al hablar ante la Asamblea Legislativa.
Los trabajadores están juntando firmas en apoyo a un proyecto de ley que asegure su continuidad. El sábado 20 de abril, frente al Congreso de la Nación, conmemoramos el aniversario de la Agencia con un festival. Télam se defiende.
En sus casi ocho décadas de existencia, Télam cosechó un merecido prestigio en el mundo periodístico nacional e internacional como la agencia de noticias más importante de América Latina y segunda en la lengua castellana, con un servicio de cables informativos que -de forma mensual- es consultado por más de 63 mil usuarios y una página web visitada por casi 9 millones de personas en el mismo período.
La decisión del Gobierno nacional de cerrar sus instalaciones e interrumpir sus actividades pone en serio riesgo la soberanía informativa de la Argentina y la provisión de contenidos para los medios de comunicación del país, que se están viendo impedidos de acceder a las noticias, artículos, crónicas, comentarios, fotos, videos e infografías que Télam proveía diariamente.
Durante este mes y medio de conflicto, la ausencia de Télam provoca un apagón informativo que afecta a sus más de 800 abonados que disponen de todos los servicios que distribuye la agencia, que posee también un servicio digital con contenidos de acceso libre, disponible en su web y sus redes sociales.
Pero también durante estos casi 45 días, sus trabajadores organizados por el Sipreba, vienen dando una ejemplar lucha de resistencia pacífica, con diversas acciones de visibilidad del conflicto y un acampe que mantienen las 24 horas en forma ininterrumpida desde el lunes 4 de marzo en las puertas de las dos sedes de Télam, en Bolívar 531 y avenida Belgrano 347.
En las vísperas del aniversario, los trabajadores de Télam realizan también una campaña masiva de firmas en todo el país, con el lema “Defendemos Télam y el derecho a la información”, en apoyo a un proyecto de ley que asegure su continuidad.
En puntos estratégicos de la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y el interior del país, los trabajadores vienen recolectando el apoyo de la ciudadanía en las mesas instaladas.
Las firmas apuntan a respaldar un proyecto de ley que garantice la continuidad de Télam.
El proyecto de ley “Télam federal, información plural y transparencia para la publicidad oficial”, tiene como pilares “otorgar un rol relevante al Congreso de la Nación, con la creación de una Comisión Bicameral Permanente de Control sobre Télam y la participación de la elección de los miembros del directorio, junto con los nombrados por el Poder Ejecutivo Nacional”.
Asimismo, propone “establecer la forma de financiamiento presupuestario, a través de la comercialización de contenidos, comisión de agencia de pauta publicitaria, donaciones y lo indicado por la ley de presupuesto nacional; garantizar pluralismo informativo, federalismo y transparencia en la distribución de la pauta publicitaria pública; y proteger los bienes inmuebles así como todo su archivo, de reconocido valor histórico y cultural para la Nación”.
Los trabajadores de Télam celebrarán el aniversario el lunes 15 con un brindis simbólico que se realizará a las 15 en la puerta de la sede de Bolívar, que contará con la presencia de la histórica referente de derechos humanos, Taty Almeida.
“Sigamos con esta fortaleza en los acampes y en todas las acciones de lucha, que se constata en la baja aceptación de los retiros voluntarios y en el apoyo que nuestro conflicto cuenta en toda la población y en referentes de la magnitud del Papa Francisco”, destacó en un mensaje a los trabajadores Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y secretaria adjunta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).
En una nueva asamblea que realizarán el martes16, los trabajadores de Télam analizarán los pasos a seguir y preparan un gran festival para el sábado 20 en plaza Congreso.
Los trabajadores de Télam se encuentran dispensados de cumplir sus funciones desde el lunes 4 de marzo, y mantienen un acampe las 24 horas en las puertas de la empresa.
En la noche del 1 de marzo, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa con el cual dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias en el Congreso, el presidente Javier Milei ratificó -por cadena nacional- su intención de cerrar Télam y argumentó que fue utilizada “durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”.
En la medianoche del domingo 3, las dos sedes de Télam en la ciudad de Buenos Aires fueron valladas y personal policial se apostó en los ingresos para impedir la entrada de los trabajadores.
Simultáneamente, la página web de la agencia (www.telam.com.ar) fue suspendida y su portada reemplazada por el mensaje: “Página en reconstrucción. La página que intenta ver se encuentra en reconstrucción”, junto a una imagen del escudo nacional.
Desde ese mismo momento, los trabajadores no pueden acceder a la cablera donde se cargan las notas y fotos. Tampoco los más de 800 abonados: la plataforma de acceso a los cables y los distintos servicios que brinda la agencia -entre ellos, su valioso archivo- fue bloqueado.
Hasta este fin de semana, el plan oficial no se conoce y no hay emitido ningún instrumento ni norma legal que oficialice el cierre de la agencia pública.
El último domingo 7 de abril, los trabajadores recibieron un nuevo mail institucional, en el que se informaba una nueva dispensa laboral por una semana, situación que se repite cada fin de semana.
El jueves 11 de abril, la intervención decidió prorrogar por un mes más el plazo para adherirse a un plan de retiros voluntarios que tuvo -hasta el momento- muy baja adhesión entre los empleados.
Un poco de historia
El 14 de abril de 1945, el entonces secretario de Trabajo y Previsión Social, el coronel Juan Domingo Perón impulsó la creación de Télam con la intención de romper la hegemonía informativa que ejercían en el país las agencias estadounidenses United Press International (UPI) y Associated Press (AP).
El periodista Jerónimo Jutronich fue el primer director de la agencia de bandera, que en 1947 estableció su primera sede en la calle Esmeralda 433, donde luego abriría sus puertas el teatro Maipo.
En 1955, tras el golpe de Estado perpetrado por la denominada Revolución Libertadora, la agencia quedó bajo la órbita de la Fuerza Aérea, que redujo sensiblemente personal, pero pese a los recortes, Télam prosiguió con sus funciones.
Con la llegada de Arturo Frondizi a la Presidencia constitucional de Argentina, Télam pasó a denominarse como Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica, Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera.
Télam incrementó sus actividades, sumó clientes y comenzó a transmitir por télex, lo que le permitió llegar de forma más rápida a más abonados en todas las ciudades del país.
Pero el gobierno de facto de José María Guido interrumpió, en 1963, momentáneamente sus actividades por difundir informaciones “falsas y tendenciosas” en el contexto del Estado de sitio imperante.
Cinco años después, otra dictadura, la de Juan Carlos Onganía, reforzó la participación estatal en la agencia y dispuso la implementación de un nuevo marco legal para que Télam diseñara y colocara toda la publicidad estatal, lo que le posibilitó generar recursos económicos propios.
Tras el retorno de Juan Domingo Perón se dispuso que las noticias generadas en Argentina, sólo podían ser distribuidas por empresas nacionales, lo que fortaleció la posición de Télam en el mercado informativo y posibilitó la creación de otras agencias privadas como Noticias Argentinas.
Durante la última dictadura militar, Télam estableció su sede en la calle Bolívar 531 y se convirtió en una agenda de propaganda del régimen genocida, que impuso una férrea censura sobre su servicio, lo que generó que parte de sus contenidos se propagaran en un mercado internacional negro de la información.
Esto se potenció durante la Guerra de Malvinas, en 1982, cuando Télam, junto con la televisora estatal ATC, fueron los únicos medios autorizados a brindar información sobre el conflicto con una cobertura que se realizó desde las islas.
En suma, como consecuencia del accionar del terrorismo de Estado, tres trabajadores de Télam permanecen desaparecidos y la agencia sufrió el desguace de parte de su archivo informativo y fotográfico, algo que se comprobó en el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
Recuperada la democracia, las patronales de las agencias privadas de Noticias Argentina y Diarios y Noticias (DyN), presionaron al gobierno de Alfonsín para que cerrara Télam, por considerarla “una competencia desleal”.
El gobierno radical desoyó estos pedidos y designó al frente de Télam al periodista Mario Monteverde, quien prestigió su servicio con la incorporación de Télam al servicio informativo que prestaban las agencias latinoamericanas de la Unesco.
En los ’90, la administración de Carlos Menem intervino la agencia e intento liquidarla y quitarle el manejo de la publicidad oficial, algo que no pudo concretarse.
En un contexto de ajuste estructural, la gestión de la Alianza de Fernando de la Rúa anunció que la agencia dejaría de colocar la publicidad oficial y vendería su sede de Bolívar, medidas que tampoco se concretaron.
Dos años más tarde, el entonces presidente Eduardo Duhalde dispuso la creación de Télam Sociedad del Estado, lo que le permitió mantener su condición de empresa autárquica.
En 2003, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, asumió la conducción de la empresa el periodista Martín Granovsky, cuya gestión originó un conflicto laboral y determinó un paro de 38 días por parte de los trabajadores.
En 2014, la agencia adquirió una sede en la avenida Belgrano. Se trata de un edificio de ocho pisos con islas de edición para video, estudios de radio y archivos periodísticos.
Un año después, con la asunción de Mauricio Macri, Hernán Lombardi, como titular del Sistema de Medios Públicos, impuso un gradual y progresivo recorte de los servicios de la agencia que afectó la calidad de su servicio.
En 2018 se cerraron las ediciones de los portales en inglés y portugués; los suplementos que emitía la agencia; se clausuró la publicación del Reporte Nacional y se interrumpieron las transmisiones de Télam Radio.
Ese plan de ajuste desembocó en junio de ese año en el despido de 357 trabajadores de la agencia y el cierre de corresponsalías.
Se produjo entonces un paro de más de 120 días por la reincorporación de los despedidos que incluyó la permanencia pacífica en las sedes de Télam en los edificios que la agencia poseía en las calles Bolívar y Belgrano.
Mientras tanto, la conducción periodística de Télam se instaló en el predio de Tecnópolis, en la localidad de Villa Martelli, alejados del resto del personal de la agencia.
Los trabajadores mantuvieron ante la justicia laboral un reclamo por los despedidos que determinó, a fines del 2019, que la mayoría de los despedidos fueran reincorporados a fines de ese año.
Al año siguiente, gracias al empeño y compromiso de sus trabajadores, Télam recuperó la calidad y el prestigio de su servicio, que cumplió durante la pandemia de coronavirus una importante función social con el lanzamiento del portal Confiar, que tuvo el propósito de contrarrestar las noticias falsas que se propagaron durante la emergencia sanitaria.
Télam en números.
Entre 2019 y el 2023, Télam creció en sus operaciones casi el 1174%, y tuvo una merma en las transferencias corrientes de la administración central del 36,46%.
Por su historia, su presencia y el compromiso de sus trabajadores, la agencia sigue siendo un actor fundamental e irremplazable en el panorama informativo del país. Télam no puede faltar, y los argentinos lo saben.
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