“La realidad es que, durante los últimos cuatro años, la política hostil de Estados Unidos hacia Irán se ha mantenido y el Gobierno estadounidense no cumplió las promesas y afirmaciones hechas durante las elecciones en relación con las negociaciones sobre el PIAC [acuerdo nuclear de 2015] y otros temas”, apuntó al hacer referencia al compromiso incumplido del saliente presidente demócrata, Joe Biden, de reactivar el pacto nuclear iraní y eliminar los embargos impuestos al país persa.

Según el acuerdo conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), alcanzado entre Irán y las potencias mundiales, algunas sanciones previamente impuestas al país fueron eliminadas a cambio de limitaciones a sus actividades nucleares. Empero, la integridad del acuerdo se vio comprometida cuando el expresidente Donald Trump se retiró del mismo en mayo de 2018 y restableció las medidas coercitivas.

Pese a su promesa electoral, Biden no pudo revivir el PIAC en cuatro años de su mandato e incluso intensificó las sanciones a Irán bajo distintas excusas, entre ellas el programa convencional de misiles iraní o el tema de los derechos humanos.

En esta línea, Baqai ha dicho que “más importante que las elecciones en Estados Unidos es el actuar de este país en relación con la región, los crímenes del régimen sionista en Gaza y el Líbano y su política hacia Irán”.

“Todos sabemos que la razón principal de la continuidad y expansión de los crímenes del régimen sionista es el apoyo de Estados Unidos a Israel, el envío de armas y el bloqueo de cualquier declaración o resolución en su contra en los foros internacionales”, ha detallado.

El diplomático señaló que todos los países de Asia Occidental y del mundo están observando el comportamiento de la saliente y venidera administración estadounidense y reclaman el cese del genocidio y crímenes cometidos por el régimen sionista en Gaza y el Líbano.

El Gobierno iraní ha reaccionado a la victoria del republicano Donald Trump en los comicios del país norteamericano, diciendo que el hecho de que quien dirija las riendas del poder en la Casa Blanca no supone ninguna diferencia para Teherán.

Las autoridades iraníes han dejado claro que actuarán en base de los intereses nacionales del país y creen que los resultados de las “elecciones son una oportunidad para revisar y corregir los enfoques erróneos del pasado” hacia el país persa.