Esta conclusión forma parte de un informe en el que la PF acusa a Bolsonaro y a otras 36 personas de los delitos de golpe de Estado y abolición violenta del estado democrático de derecho. El contenido del documento fue desclasificado el martes 26 por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, relator de la investigación sobre los actos golpistas.
Según la PF, Bolsonaro tenía conocimiento de la planificación de acciones destinadas a desestabilizar la democracia brasileña. “Las pruebas obtenidas durante la investigación demuestran de forma inequívoca que el entonces presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, planificó, actuó y tuvo control directo y efectivo sobre los actos ejecutorios realizados por la organización criminal que buscaba dar un golpe de Estado y abolir el Estado Democrático de Derecho, hecho que no se consumó por circunstancias ajenas a su voluntad”, señala el informe.
Además, el documento revela que Bolsonaro estaba al tanto del llamado «Puñal Verde y Amarillo», un plan que, según la PF, incluía el secuestro o asesinato de Alexandre de Moraes, del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del vicepresidente Geraldo Alckmin.
“Existen pruebas relevantes y sólidas que indican que la planificación y el desarrollo de los actos fueron comunicados a Jair Bolsonaro, de manera directa o a través de Mauro Cid. Las evidencias, como los registros de visitas al Palacio de la Alvorada, diálogos entre personas de su círculo cercano, análisis de torres de telefonía móvil (ERBs), así como las fechas y ubicaciones de reuniones, demuestran que Bolsonaro tenía pleno conocimiento de la planificación operativa («Puñal Verde y Amarillo»), además de las acciones clandestinas identificadas bajo el nombre en clave ‘Copa 2022’”, detalla el informe.
La PF también señala que Bolsonaro habría abandonado Brasil a finales de 2022 con el objetivo de evitar una posible detención y esperar los desenlaces de los planes golpistas previstos para el 8 de enero de 2023. Durante sus últimos días en el cargo, en diciembre de 2022, Bolsonaro viajó a Estados Unidos, regresando en marzo de 2023.
Finalmente, la PF concluye que el golpe de Estado no se concretó debido a la negativa del alto mando de las Fuerzas Armadas a unirse al movimiento golpista.
“Cabe destacar la resistencia de los comandantes de la Fuerza Aérea, el teniente brigadier Baptista Junior, y del Ejército, el general Freire Gomes, así como de la mayoría del alto mando militar, quienes se mantuvieron firmes en la defensa del Estado Democrático de Derecho y no prestaron apoyo armado al entonces presidente para llevar a cabo el golpe de Estado”, concluyó el informe.
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