En este sentido, el partido del Frente de Liberación Nacional (FLN) reiteró «su condena a la continua campaña hostil llevada a cabo por sectores contrarios a Argelia, respaldada por decisiones arbitrarias y amenazas de sanciones, entre las cuales las más recientes son las restricciones de circulación y acceso al territorio francés impuestas por el gobierno francés a ciudadanos argelinos con documentos de viaje especiales que los eximen de los trámites de visado».

   Por su parte, el Movimiento El-Bina denunció la «feroz e inigualable campaña dirigida contra la estabilidad de Argelia con el objetivo de obstaculizar su proceso de desarrollo e influir en sus posiciones soberanas respecto a causas justas», expresando su apoyo «incondicional a la postura de la diplomacia argelina (…) frente a los comportamientos y decisiones unilaterales de la parte francesa, que atentan contra el principio de igualdad».

   El Movimiento Ennahda, a su vez, condenó «los intentos franceses de presionar a Argelia para recuperar su influencia en declive», subrayando «la necesidad de responder a las medidas francesas con decisiones similares para establecer una relación basada en la igualdad».

   En esta misma línea, el Frente El Moustakbal expresó «su firme condena a las provocaciones procedentes de ciertos sectores franceses que siguen prisioneros de una mentalidad de dominación y superioridad, intentando en vano imponer una lógica de órdenes y dictados a un Estado con posiciones inquebrantables y soberanas, fiel a sus principios».

   El partido Sawt Echaab también denunció la continuidad de la campaña hostil y la escalada de tensiones impulsadas por el Gobierno francés contra Argelia mediante «decisiones arbitrarias y amenazas de sanciones que violan los usos diplomáticos y las cartas internacionales».

   Asimismo, señaló que «estas prácticas irresponsables contra un país soberano constituyen una nueva provocación, que confirma una vez más el estado de confusión y extravío en el que se encuentran los responsables en Francia, quienes, debido a sus problemas y crisis internas, intentan exportarlas al exterior y desviar la atención de la opinión pública francesa hacia otros asuntos».

   Por último, el Frente del Militante Nacional (FMN) condenó «las medidas adoptadas por la parte francesa, así como las declaraciones de algunos de sus oficiales respecto a Argelia», señalando que «el gobierno de François Bayrou se ha convertido en rehén de las orientaciones de la extrema derecha, que está llevando a Francia hacia lo desconocido».