Según informaron los organizadores, además del despliegue de instancias jurídicas en organismos internacionales, en los próximos días se lanzarán comités por la liberación de CFK en México, Brasil y Bolivia.
En el mes de agosto, en ese marco, un grupo de legisladores argentinos participarán de distintos eventos internacionales en México y Brasil, «fortaleciendo la denuncia del lawfare contra Fernández de Kirchner y promoviendo una agenda común entre fuerzas políticas de América Latina».
La agenda de actividades incluye el Congreso Panamericano Anual de Legisladores – Internacional Progresista y Lanzamiento del Comité “Cristina Libre” (ambos en México), el Congreso Nacional del Partido de los Trabajadores (Brasil), el Foro de Partidos Políticos Progresistas – Fundación Friedrich-Ebert (México) y el Encuentro de RUNASUR y el Lanzamiento del comité «Cristina Libre» (Bolivia).
La campaña “Cristina Libre”, que busca seguir «consolidándose como una causa regional, en defensa de los derechos democráticos y contra la persecución política en América Latina», también difundió spots y documentos con detalles de la persecución a CFK.
Uno de ellos explica quiénes fueron los funcionarios judiciales que participaron de la causa Vialidad contra Fernández de Kirchner y los vínculos que tienen con el expresidente Mauricio Macri.
«La condena a Cristina fue un plan sin pruebas y sin delito. Los verdugos fueron Mauricio Macri y Héctor Magnetto. La causa Vialidad le llegó al fiscal (Diego) Luciani, amigo íntimo de Macri: jugaron decenas de torneos de fútbol juntos en su quinta. Otro que jugaba al fútbol con Macri es su amigo (Rodrigo) Giménez Uriburu, el juez del tribunal que tramitó la causa. Cuando la causa llegó a Casación, cayó en manos del juez Mariano Borinsky, también amigo íntimo de Macri», dice el video.
Y agrega: «De Casación llegó a la Corte Suprema. Ahí aparecen (Horacio) Rosatti y (Carlos) Rosenkrantz, jueces designados a dedo por Macri años antes. Qué casualidad. Y Ricardo Lorenzetti, el organizador de todo y preferido de (Javier) Milei. Todo esto impulsado por Milei, el actual conductor de esta persecución. Magnetto, el dueño de Clarín, es el otro verdugo. Fue él quien fomentó el circo mediático durante todos estos años. Todos tenían el mismo objetivo: condenar a Cristina sin pruebas y sin delito. ¿Justicia? No. Proscripción».
La campaña también envió a líderes internacionales un documento titulado «La persecución contra Cristina Fernández de Kirchner y su proscripción. Dos gobiernos, el poder económico y el poder mediático han buscado la destrucción del Estado de Derecho en Argentina».
En ese documento, la campaña explica que la proscripción de CFK «es la consecuencia de una persecución política en sede judicial perpetrada por el poder económico y mediático y ejecutada sin pruebas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina».
En ese sentido, detalla la «situación de extrema gravedad institucional» que atraviesa la Corte Suprema que ratificó la condena a CFK; explica por qué la causa Vialidad «fue una farsa y parte de una operación de Lawfare», donde «se violaron las garantías del juez natural, del debido proceso y el principio ‘non bis in idem’, que prohíbe perseguir a una persona dos veces por el mismo hecho»; y por qué la proscripción política «provoca la ruptura del pacto democrático de 1983, negando al pueblo el derecho a elegir libremente».