En una llamada con su homólogo sudanés, Mohiedin Salim Ahmed, el canciller iraní condenó enérgicamente el «terrorismo y la violencia contra personas inocentes» tras la masacre de civiles en la ciudad de Fasher, Sudán. Araqchi expresó su profunda tristeza y preocupación por lo ocurrido y reiteró la solidaridad de la República Islámica con el gobierno y el pueblo sudanés.
El ministro iraní aprovechó la ocasión para criticar el doble estándar de algunos gobiernos occidentales, a los que criticó por dividir a los terroristas en «buenos y malos» para apoyar a aquellos que realizan su «trabajo sucio». Afirmó que esta política, que calificó de lamentable, no debería tener cabida en el año 2025, y reiteró que la violencia contra inocentes debe ser condenada siempre, sin importar su forma o lugar.
